Laia: la mujer que más dakares acabó en motos
“Para mí es igual de duro que para los hombres”, dice Sanz, feliz con su 16º puesto en esta edición
“Estoy muy contenta por haber acabado mi séptimo Dakar de siete participaciones, que es algo que no ha conseguido ninguna mujer y que muy pocos hombres pueden decir, y más terminando los cuatro últimos entre los 20 primeros”. Laia Sanz, en Buenos Aires, despedía su Dakar 2017 con una estadística que engrandece su palmarés. Ha finalizado todos los dakares en los que ha participado, y en cuatro de ellos, también consecutivos, ha finalizado entre los 16 mejores hombres: 16ª en 2014, 9ª en 2015, 15ª en 2016 y 16ª este 2017.
“El primero fue increíble y en el que acabé novena fue quizás el mejor. Ahora hay que esperar que llegue alguno así de bueno”, comentaba Laia sobre un Dakar en el que anulaciones de etapas y engaños en carrera han limitado su progresión: “No valen excusas. En esta carrera todo el mundo siempre anda con que ‘y si ese día’, y eso no vale. Lo que vale es lo que hay. Sí que es verdad que la segunda semana lo he hecho muy bien, la primera no tanto, y el año pasado al revés. Así que el año que viene espero juntar dos buenas semanas”.
Aunque recibiría de buen grado la posibilidad de participar en coches, su prioridad en el medio plazo siguen siendo las motos. Sobre dos ruedas, la diferencia física entre hombres y mujeres es difícil de salvar: “Me considero un piloto más y para mí es igual de duro que para los hombres, pero sí es verdad que al final las mujeres, nos guste o no, tenemos una limitación física y un resultado así tiene un mérito especial”. En coches, sólo una mujer logró conquistar la clasificación general del Dakar, la alemana Jutta Kleinschmidt en 2001 con Mitsubishi.
Resultado “Hice bien la segunda semana, en 2018 espero hacer bien las dos”