Jose salda su deuda con un gol

Marejada seria par comenzar: marca

Manucho. No quiero ni pensar que hubiera pasado si Pau Torres no hace un paradón y Guerra sella el empate en el 92’. No soy muy dado a estas cosas, pero empiezo a creer que el fantasma de los ex blanquivioletas sobrevuela Zorrilla. Del Moral, Toché, Quique, el propio Manucho...

El caso es que la historia esta vez tuvo un final feliz, tras un partido emocionante que respondió a las expectativas. Michel y Jordán están a un nivel altísimo. Hacía tiempo que no se veía en Zorrilla un centro del campo tan completo. Trabajan y crean a destajo. Mientras tanto Herrera y Jose zanjaron de la mejor forma posible su pequeña polémica. El primero dándole la confianza en el once, el segundo con gol que abría la puerta de una victoria que, por sufrida, vale doble.

Haciendo gala de su forma de ser, el entrenador escuchó al

público. Verán, con 0-1 en el marcador De Tomás ya estaba preparado para el cambio cuando Jose anotó el empate. La reacción de Herrera fue inmediata, mandó al delantero de nuevo al banquillo. La celebración se convirtió en bronca en la tribuna. Tal fue así, que el técnico rectificó y mandó de nuevo a Raúl De Tomás ponerse la camiseta de juego y saltar al campo. Digamos que si el madrileño hubiera sentenciado en la última jugada, el gol habría sido de la grada en gran medida. La noche del homenaje a Álvaro Rubio no podía terminar de otra manera. El público salió contento y orgulloso del esfuerzo de su equipo y brindó la ovación de la noche a un jugador que deja una huella imborrable y un camino a seguir.