Gaikza Garitano se juega el puesto en Butarque
Incluso con el empate podría acabar siendo destituido
Leganés y Deportivo ya no juegan jornadas. Disputan finales. El tópico hace tiempo que se ha hecho carne en ellos. Sólo la pereza de sus perseguidores les ha permitido vivir de sus exiguas rentas. Hasta ahora. Un agobio especialmente asfixiante en los gallegos. Este Depor no se fabricó para zozobrar en la 24º jornada por mucho que el calendario aún le deba un partido, ése contra el Betis que suspendieron los vientos huracanados del Atlántico.
Gaizka Garitano (sin parentesco alguno, por cierto, con su rival hoy Asier) viaja al sur de la M40 amenazado por una soga que le aprieta al cuello. Todo lo que no sea vencer significaría luz roja, incluso el empate, dependiendo de las formas puede costarle el puesto tras seis jornadas sin vencer. Su última víctima fue la misma que la última de los pepineros: Osasuna. Aquella tarde de diciembre Andone abrió el marcador. Hoy apunta a suplente por segunda vez en la temporada. Joselu le sustituirá. Sólo se había ausentado del once en la primera jornada.
En el Lega los goles del rumano serían una bendición. Lo de ver puerta este año en Butarque va camino de ser milagro esporádico. El equipo menos artillero de Primera (16 dianas) hace más tantos fuera (9) que en su hogar (7). El partidazo revitalizante del Camp Nou prometió cambiar la tendencia. Ante el Barça, El Zhar asedió a un genial Ter Stegen. Hoy el franco-marroquí liderará un once sin apenas cambios (Rubén Pérez por el sancionado Alberto Martín) que pretende transformar en puntos aquellas sensaciones y romper la racha de once encuentros seguidos sin vencer.