Un autogol de Dorado resuelve un derbi soso
Arreón final del Getafe con tanto en el minuto 90
Un autogol de Dorado en el minuto 90 resolvió un partido minúsculo de Getafe y Rayo, sin apenas ocasiones, escaso de emociones, un partido que ni fue derbi ni fue ná pero del que el Getafe salió reforzado en sus opciones de ascenso. Y el Rayo… Sandoval, Baraja, Míchel… la crisis del Rayo no es cuestión de nombre, al menos del de sus entrenadores.
En su debut como técnico, Míchel no dio un giro al Rayo. La única nota de frescura fue la titularidad del veterano Trashorras, reinsertado para la causa. El Getafe, por su parte, salió sin centrales. Ni Cata ni Cala ni Gorosito. Ante la necesidad, imaginación, y Bordalás puso de centrales a Peña (lateral izquierdo) y a Jesús, defensa del filial que debutaba en Segunda. De lateral izquierdo a Molinero, un 2. Si la defensa se la hace el enemigo no le sale tan descuadrada.
No hizo falta más que el primer acercamiento (4’) para quedar constancia: Javi Guerra, incrustado entre los centrales, remató de tacón de espaldas a portería. Cuando la defensa azulona quiso ver el balón, Alberto lo estaba sacando de la línea de gol.
La siguiente ocasión llegó en el 20’, una triangulación entre Embarba y Trashorras que abortó el meta Alberto arrojándose a los pies de Embarba.
Barajeó sus cartas Bordalás y fue salir Portillo y cargarse de electricidad el Getafe, llegando al minuto un disparo de Álvaro Jiménez que Gazzaniga sacó a córner. Sin mucha convicción, pero el Getafe comenzó a soltarse, y en el 71’ un pase cruzado de Álvaro fue desviado con el pie por Gazzaniga.
Al actual Rayo le agobia hasta una brisa, y capituló en el último cuarto de hora. Emi de libre directo en el 75’, Stefan a bocajarro en el 77’ y Molina en 87’ tras escandalosa cantada de Gazzaniga anunciaban el gol. En uno de los peores Getafe-Rayo que se recuerdan, el triunfo tuvo que llegar de la forma menos distinguida posible: un autogol. De Dorado y en el minuto 90.