El eslabón perdido está en casa

De verdad que quiero ser optimista y busco razones para ello. Por ejemplo, en la primera vuelta, en esa famosa racha de cinco derrotas seguidas el Valladolid evidentemente sumó 0 puntos y por contra en los tres primeros choques de esa racha ( Tenerife, UCAM y Lugo) ya se han sumado cinco en la segunda vuelta, cinco más que entonces. Pero, y tiene que haber un pero, el Real Valla- dolid sólo suma un punto más que en las mismas jornadas disputadas de la primera vuelta, es decir, en seis partidos había sumado siete puntos y ahora en las seis primeras de la segunda vuelta lleva ocho. Escasa mejoría, pero mejoría al fin y al cabo. Siguiendo con las cosas positivas parece que por fin se ha encontrado el eslabón perdido de los goles y lo peor es que ¡estaba en casa!, Raúl de Tomás, que ya lleva siete.

Si se acabó la primera vuelta en puesto de playoff y algo ha mejorado el equipo, la progresión debería llevarle a esos puestos, pero se detecta (incluso por el entrenador) algo de cansancio en el equipo. ¿No será que ese famoso tramo de 10 partidos finales se está preparando con excesivo celo? No hay que olvidar que eso de los 10 últimos partidos está muy bien, pero habrá que llegar a ellos en la rampa de lanzamiento y no en el furgón de cola. Ahora mismo seguimos a tres del playoff que marca el Oviedo, pero el quinto, cuarto y tercero ya se han ido un poco más lejos y claro, ni hablar del segundo que tiene el Girona amarrado ¡a 13 puntos de distancia del conjunto de Herrera! En fin, quiero ser optimista y positivo, pero dada mi naturaleza y lo que el juego del Pucela transmite, confieso que me cuesta.