Orgulloso por jugar en el Madrid

Ha sido una noticia triste para nosotros. Tristísima. Hace un par de meses nos habíamos visto en Madrid y pudimos estar compartiendo unos momentos inolvidables para todos. Le vi saludable y alegre, como siempre que visitaba la ciudad. Porque era muy amante del Madrid y de la capital. Disfrutaba mucho cuando venía a vernos. Siempre alardeaba por haber formado parte de aquel gran Real Madrid que ganó las primeras cinco Copas de Europa.

El llegó al equipo ya como una estrella mundial. Había jugado la primera Copa de Europa que ganamos ante el Stade de Reims con el equipo francés, con Bliard, Templin, Hidalgo, Glovacki... Solía jugar en el ataque, centrado, pero ahí estaba Di Stéfano y se tuvo que adaptar a jugar a la banda. Pero era un espectáculo verlo jugar. A la gente le encantaba cómo lo hacía. Se llegaba a escuchar, en la grada, “A Kopita, échasela a Kopita”. Tenía, para mí, algo de un estilo pícaro parecido al que tienen muchos de los jugadores sudamericanos, con mucho dribling y amague que, en realidad, es la esencia del fútbol. Le hizo mucho bien al Madrid, a nuestro juego. Fue fundamental en aquella época para que siguiéramos ganando. Era un jugador de mucha categoría. Se ha ido uno de los nuestros. Un hombre que siempre supo apreciar la grandeza del

Real Madrid y que estuvo orgulloso de haber formado parte de él.