El Athletic sigue sin gol y sobrevive con un penalti
El Málaga le hizo sudar, pero es incapaz de ganar fuera
Por la vía menos ornamental, esto es, un penalti, el Athletic salió del atolladero ante el Málaga. Curioso: lo aprobó Álvarez Izquierdo, que también lo otorgó en Gran Canaria en un partido sin Aduriz, en el que también convirtió Raúl García. Parece la única forma. Un médico le ha diagnosticado al anfitrión de San Mamés desamparo ante la meta enemiga sin el abrigo de Aritz y le receta que trate de recuperar a éste cuanto antes. El Málaga no supo aprovecharse de esa miopía. Sin Aduriz, el Athletic acomoda su fútbol en plan mosquetero. Todos para el gol y el gol para todos. Se remangan, pero falta resolución y al final la casa se queda sin barrer: no hay claridad.
El partido empezó con un torbellino blanquiazul. Ha interiorizado tanto el Athletic eso de las remontadas en casa que parece proponerse un -1 de salida. Ya sabe que tiene que anotar dos o más goles, depende de las ganas que tenga de voltear marcadores. Permitió tres ocasiones claras en un par de minutos. Hubo pitos.
El Athletic selló posteriormente el partido con un timbre de autoridad incuestionable. Kameni sintió molestias en el psoas y detuvo la crecida local. Lekue era un puñal por la derecha y el Gato Romero acomodó al Málaga en un 4-1-4-1, incluso con un rombo en medio, con Llorente muy pendiente de las peinadas de Raúl García. Beñat dirigió con suficiencia, aunque le faltó acompañamiento de San José pisando más el área rival, y arreciaron las ocasiones. Susaeta estaba fino.
El descanso abrió una fase calcada al amanecer de la primera parte. Jony obligó a una parada fina a Iraizoz. Lekue completó la enésima internada, cedió a Williams, que disparó, y el balón dio en la mano de Camacho, que tenía el brazo extendido. Lo suficiente para pitar penalti. Poco después le cayó otro a Laporte en el antebrazo y también lo parecía. Valverde acumuló defensas: Saborit, Balenziaga, Bóveda, Lekue, más Laporte y Yeray, con San José de medio. Tocaba guardar la ropa. Cuarta victoria consecutiva en casa.
A defender Valverde acumuló gente atrás para proteger el 1-0