La victoria en Alcorcón liberó la tensión semanal
Paco Herrera, Jordán o Villar fueron el reflejo del alivio
La victoria ante el Alcorcón ha producido el efecto balsámico que necesitaba el Real Valladolid. Al final en zona mixta llegó a oírse algún ‘estábamos cagados’, pero el pitido final de Cordero Vega liberó muchas tensiones e hizo que muchos jugadores soltaran alguna lágrima o se expresaran con rabia en la celebración, asumiendo que había sido una victoria distinta a otras.
Incluso durante el partido se vieron gestos de intensidad, como que el Valladolid cuadruplicó el número de faltas del Alcorcón, algo inusitado para un conjunto, el blanquivioleta que lidera la clasificación del juego limpio.
Tras la rueda de prensa el que expresó su alivio fue Paco Herrera, cuya cara reflejaba la tensión vivida durante los minutos en los que el conjunto alfarero se puso por delante. El abrazo con beso incluido con el delegado, Paco Santa María, tuvo mucho significado.
También llamó la atención la defensa que hizo Jordán de su compañero Villar, dando a entender que lo había pasado mal por las críticas, que es jugador del Valladolid y que sólo piensa en marcar para ayudar. El propio Villar fue uno de los que realizaron gestos de rabia tras los dos goles que marcó, liberando esa tensión acumulada. La presión ha bajado sí... pero sólo hasta el sábado a las 16:00 horas, cuando el Nàstic ponga a prueba la reacción escenificada en Santo Domingo.
Cuarentena Tras la victoria, se espera la confirmación ante el Nàstic