McLaren es pesimista para China
Éric Boullier es directo, no es hombre de aferrarse a las excusas. Si hay problemas se buscan soluciones... no excusas. El máximo responsable de McLaren sabe que están muy lejos del nivel que deberían y ante el GP de China no quiere vender humo ni elevar expectativas falsas. “Shanghái es largo, con rectas largas y probablemente exponga todas las debilidades de nuestro paquete, más de lo que lo hizo Albert Park. Es un fin de semana impredecible por varias razones: el circuito es duro con la mecánica y los neumáticos, y la meteorología suele ser mala. Lo que sí puedo predecir es que no vamos a tener tanta suerte con nuestro ritmo como en Australia. Shanghái es un circuito muy distinto al australiano”, asume el dirigente francés.
Pesimismo británico que cruza el océano y llega hasta Japón: “China será un desafío más grande que Melbourne. La pista en sí pide mucho de la unidad de potencia en sus curvas de media-baja velocidad, así como en las rectas”, dice Hasegawa en la previa de la carrera. Menos rotundo que Boullier, pero con mensaje parecido: la cita de Shanghái no se presenta muy bien para el tándem McLaren Honda. Pese a todo, Boullier no se rinde y lanza otro mensaje, con dardo incluido, a su suministrador de unidades de potencia: “Lo más importante será asegurar la fiabilidad con ambos coches antes de centrarnos en rendimiento puro”.
Por su parte, Fernando Alonso no ha sido tan franco como su jefe galo, pero sólo pide un deseo para la prueba china: terminarla. “Tengo ganas de ver lo que los nuevos coches son capaces de hacer, espero que podamos tener una carrera libre de problemas y vamos a ver en qué posición estamos cuando caiga la bandera a cuadros”, asegura el bicampeón asturiano que, eso sí, reconoce que el trazado le gusta y en él está su esquina predilecta del Mundial: “Es una pista muy peculiar y tiene la curva 1 que es mi favorita de todo el año. Ofrece una gran prueba para el piloto con una elevada velocidad media en comparación con el circuito urbano de Melbourne”.