Soler y su vaselina, de lo mejor del año en Mestalla
El Valencia peleó una victoria que consumó con tres golazos
En la oscuridad, Carlos Soler. En un año del Valencia para olvidar, su nombre para recordar. Su aparición es lo mejor que ha pasado este curso por Mestalla. Para el equipo y para su afición. Él y su golazo de ayer. Anoche, con una vaselina de futbolista de galones, Soler dio un triunfo que merecieron los de Voro por pundonor.
La velada comenzó con besos y abrazos de Orellana a todos los vigueses menos a uno y con escueta bronca del respetable a Cancelo. En verdad ésta fue en consonancia a la asistencia de público. Mestalla se vacía y en las ‘calvas’ de su grada se refleja el proyecto de Lim, que por lo único que juega es por acabar lo más dignamente posible, mientras que el Celta aún tiene rondas europeas en las que pensar.
El Valencia salió de vestuarios con ímpetu. Su puesta en escena fueron cinco córners a favor en 6’ y un disparo de Parejo que rozó la botella de agua de Sergio. Pero Diego Alves evidenció que el don en los penaltis no lo tiene en los balones aéreos. Salió tarde a despejar uno y Cabral inmortalizó su fallo. 0-1.
Al Valencia, durante 20’, le entró un cortocircuito propio de los equipos que recaen en su depresión al mínimo traspié, y primero Aspas y después Beauvue pudieron dejarlo electrocutado. Pero los de Berizzo no solo no lo hicieron sino que se relajaron. Y entre el pundonor de Zaza, el querer hacer las paces de Cancelo y la calidad de Parejo, el Valencia se reencontró y ellos tres gestaron el 1-1.
A Parejo se le sumó por la causa che tras el descanso Carlos Soler. Fue entonces cuando el chico se desmelenó. Sacó un repertorio de regates y pases que partió en dos al Celta. Munir, tras asistencia de otro canterano, Lato, puso el 2-1. Pero Aspas, de penalti discutible, igualó. Y cuando parecía que la cosa acabaría así, apareció Soler con su vaselina. Mestalla en pie. Golazo.