El Tenerife roza la épica en un partido emocionante
El Girona se puso 0-2, pero al final salvó un punto
En un auténtico partidazo, Tenerife y Girona demostraron por qué son tercero y segundo ofreciendo goles, incertidumbre y mucha intensidad. Los rojiblancos se adelantaron 0-2, los blanquiazules remontaron y soñaron, pero Alcaraz les despertó. Así, los de Machín se sacaron de encima un rival directo y ya miran hacia Primera. Los de Martí, rozaron la épica y siguen en la pelea.
Intensidad. El cuadro catalán empezó mucho más metido y parecía que tenía una marcha más que los tinerfeños, que no podían controlar la pelota. Tanto es así que a los cuatro minutos Sandaza, de los más peligroso en los visitantes, probó a Dani en una buena jugada individual. Diez minutos tardó el Tenerife en asentarse y quitarle el balón al rival nivelando así el juego.
Con una falta mal ejecutada y un lanzamiento de Aarón, los de Martí demostraron que ya estaban en el partido, aunque no llegaban con claridad al área de Bono. Amath, desasistido y apagado, no intervino casi nunca.
A los 37 minutos, en una jugada que no parecía terminar como acabó, Sandaza le ganó en velocidad a Jorge y después de una serie de carambolas, la pelota acabó en la red tinerfeña. Casi sin dar tiempo para reaccionar, el Girona estiró la renta con un certero cabezazo de Alcalá (que sigue dulce). Y cuando parecía que llegaba el descanso con el 0-2, Ramalho pisó a Vitolo dentro del área, el colegiado pitó penalti y Suso hizo el 1-2 que despertó al graderío.
Tras el descanso, el Tenerife fue una tromba y salió en busca del empate. Martí metió a Lozano y eso complicó al Girona. Pudo igualar si Aarón no hubiese errado un penalti que lanzó a lo Panenka, pero Alberto acertó con un espectacular remate desde 30 metros que se coló en la portería de Bono.
Los locales, empujados por casi 20.000 aficionados, fueron en busca de la heroica. Amath, que apenas había aparecido, estableció el 3-2, pero pronto Alcaraz, de magistral falta, igualó un duelo vibrante.