La mano derecha con fisuras

El aval de un director deportivo no se lo tiene que dar el presidente, ni los periodistas... Ni siquiera el público. El respaldo se lo tienen que dar los jugadores que ficha y sobre todo los resultados que se obtienen. Es duro, injusto y cruel que juzguen tu trabajo en función de si entra o no la pelotita de marras, pero en el fútbol actual vender proyectos a largo plazo queda muy bien en pretemporada y como discurso, pero a la hora de la verdad llegan las prisas y el dinero que reporta subir y jugar en Primera es lo que manda, amén de la percepción de los aficionados que, como mínimo, quieren ver a su equipo pelear y ganar.

Creo que un director deportivo no sólo ficha y contrata jugadores sino que debe poner orden y exigir que dichos jugadores tengan el rendimiento que se les supone y eso, viendo los resultados y la actitud, no se ha producido. Debe ser ‘director deportivo’ en todos los sentidos. No tengo suficientes elementos de juicio y por ello no digo que Braulio haya hecho mal su trabajo, en absoluto. Llama la atención que un apoyo total y una confianza como la que ha mostrado Suárez en su mano derecha haya empezado a tener fisuras y puede terminar con la exigencia del pago de la cláusula de rescisión de un contrato renovado hace escasos meses.

Anuar es blanquivioleta, de eso no hay duda. Quiere triunfar y espero que lo haga. Es un activo del club; en otros lares se aprovechan este tipo de jugadores y aquí debería ser así. Si no gusta a los que están porque corre mucho (.) seguramente y tal y como se está poniendo el panorama, otros vendrán que podrán ver sus virtudes. Estoy seguro que, si nadie lo impide, es el futuro del club.