“Ser entrenador en el Atlético es la repera” Óscar Fernández

Óscar Fernández ha vuelto a hacerlo. Si el año pasado hizo campeón de Liga y Copa al Juvenil, éste ha devuelto al Atleti B a Segunda B. Revive con AS lo mejor del año.

Dedicatoria A mi hijo Rubén. Es quien sufre la lejanía MadridValencia”

El Atlético B ha ascendido, pero parecía una obligación… —Más que una obligación, una ilusión. Nuestro reto es enseñarles a ser ganadores en las dificultades. Este equipo, a pesar de un filial, ha sido muy maduro. Nuestra intención es estar preparados para cuando Simeone nos pida un jugador de banda derecha, tenerle; para cuando pida un centrocampista, dárselo. —De Tercera a Primera el salto es muy grande…

—El tema es que el chico quiera aprender. Si te pones la camiseta del Atlético no hay diferencias y no te puedes parar. La experiencia la da estar al lado de Torres. “Chicos, estáis entrenando con Torres”. Al final, lo que buscamos es que compitan. Cuantas más dificultades, mejor, así se hacen ganadores. Valorar la camiseta es lo que te va a dar el éxito. —Hubo momentos donde tuvieron problemas… —Sí, pero la ruta de viaje fue la marcada.

—Usted va lanzado. El año pasado tuvo éxitos con el juvenil.

—Sí, pero el fútbol no tiene memoria. Hay que disfrutar del día a día. Estoy feliz, tranquilo y ojalá pueda seguir aquí muchos años. —¿Los títulos con el Juvenil o el ascenso con el B? —Todo. Es la pera cuando puedes lograr cosas con este escudo. Hay algo en el Atleti que te coge el gusanillo y se te mete dentro. Es ese espíritu luchador, querer crecer pese a las dificultades. Todos los momentos han sido especiales. Todos. —¿Qué tiempo de contrato le queda en el Atleti?

—Tengo un año más. Estoy muy a gusto, cerca de casa, puesto que soy de Valencia, puedo ir a ver a mi hijo… Aquí se me valora y tengo unos compañeros excepcionales. Estoy como entrenador del segundo equipo de un club entre los cuatro mejores de Europa. Esto es la repera. —¿A quién le dedica sus triunfos?

—A mis jugadores, cuerpo técnico, la afición y a mi hijo, que sufre la lejanía. Estamos muy unidos. Me llamó: “Papi, ¿cómo quedamos?”. “Ganamos”. “Mejor, más vacaciones”. Me encanta ver feliz a los demás.