“Es un orgullo y un reto educar así a los chavales” Urizar
¿Cómo se le ocurrió poner en marcha este club? —Siempre he tenido inquietud por el fútbol, porque evolucionase a mejor, por el compañerismo, el respeto y los principios básicos de unas competiciones regladas. —¿Y hasta ahora va todo como esperaba?
—Sí, es una satisfacción ver cómo ha sido recibida la iniciativa. Me parece un orgullo y un reto poder educar así a los chavales. Por otro lado, siempre estás preocupado porque no llegas a abarcar todo lo que te gustaría, por los problemas económicos. Por otro lado, uno ya no tiene edad para llevar el ritmo de estas cosas y buscas a dos o tres personas que tomen las riendas.
—¿No le producen tristeza los incidentes que se han dado esta temporada con padres implicados?
—Claro. Hay que tomar medidas dentro de nuestras posibilidades. En 1983 di una charla en el Senado sobre esto. Los estamentos se van concienciando pero luego se baja la guardia.
—Los árbitros están más protegidos que en su época? —En mi época era más duro… nos agredían. Estábamos menos preparados físicamente que ahora. Ahora son prácticamente profesionales. Tenemos de los mejores árbitros de Europa, y asistentes buenísimos, reconocido por la FIFA. Envidio la Premier: allí se respeta al árbitro. Aquí los jugadores no tienen ni puñetera idea de reglamento, el 90% no se lo sabe, las territoriales deberían obligar a que los árbitros den clases en cadetes y estos se examinen. Un árbitro cadete mío fue con su padre a San Mamés y le hizo ver con argumentos un error en su apreciación.
—¿Qué retos se plantea en el Urdaibai?
—A futuro, queremos plantear diferentes iniciativas. Por ejemplo trataremos de introducirnos en el curso de entrenadores de la Federación Bizkaina e impartir módulos sobre nuestra metodología. —¿El comienzo fue duro? —Veía que los clubes se centraban en sacar chavales para los primeros equipos. Hablé con muchos padres y les expuse que competir no era lo más importante, que teníamos que hacer algo alrededor del deporte para evitar que los chavales acabasen en las lonjas o tentados por la droga, que había que darles unos alicientes. —Como presidente, es tajante con los comportamientos. —Antes de empezar a jugar hay que ir a dar la mano al rival y pedir al árbitro si se quiere sacar una foto con ellos, para que quede de recuerdo en el club. Y en los desplazamientos, piden permiso al equipo anfitrión para desplegar una pancarta bajo el lema Padres, queremos jugar con estas diez reglas, detallando cuestiones sobre educación y buenos principios.
Pasado En mi época era más duro... nos agredían. Se ha mejorado en lo físico”