“Me estrené en el debut de Leivinha y Pereira: aluciné”
Santi Rodríguez recuerda con AS su primer día en el estadio
SSimeone “Nos agita y vamos a muerte con él. Somos todos un equipo”
e dice que las primeras impresiones son importantes, aunque a veces sean engañosas. La que se llevó Santi Rodríguez (Málaga, 1965) del Vicente Calderón le caló hondo y el tiempo le confirmó que fue muy real. Aquella tarde, la de su estreno en el estadio, no había vivido un partido cualquiera. “Me llevó mi padre de niño a un Atlético-Salamanca (1975-76, 4-1). Era el debut de Leivinha y marcó tres goles. Buah, imagínate. Y también era el estreno de Pereira. Yo no sé con quién de los dos aluciné más... Aquel partido me dejó huella para siempre”.
Fueron ellos dos sus primeros héroes de rojiblanco y Santi tuvo la oportunidad de decírselo recientemente: “No me atrevo a elegir a uno. Luis Pereira era pura elegancia, con el balón daba gusto verlo. Y Leivinha era un espectáculo, menudo regate. Tuve la suerte y el honor de conocerlos hace poco, cuando vino Leivinha para la despedida del Calderón, y tengo mi camiseta del Atleti firmada por ellos y por Ayala”. En su altar de ídolos incluye a otro mito: “Los recuerdo con mucho cariño a ellos y a Gárate. Impresionaba verlos”.
Los partidos de niño se retienen en la memoria con un cariño especial, pero el cómico reconoce que también está gozando mucho con la etapa más reciente: “La liga de 2014 la disfruté mucho en el Calderón, y esa Champions. En los últimos años he visto cómo ha cambiado mi Atleti con el Cholo, cómo hemos tenido grandes victorias, viendo un sistema que engancha y que te hace sentir orgulloso. Somos atléticos siempre, vamos a tope con el equipo y sabemos perder, pero cuando ganamos es la locura total. En otros campos que he estado no asimilan tan bien las derrotas...”.
Conexión. En el último lustro, Santi Rodríguez se ha abonado de lleno al cholismo: “Hay gente a la que no le gusta Simeone, no puedo entenderlo. Perdimos dos finales de Champions, sí, pero es que antes ni imaginábamos poder jugarlas. Ha inculcado la lucha, la unión y la constancia al Atlético y lo ha convertido en un ganador”. Y le entusiasma además la conexión del míster argentino con la grada del Calderón: “Es una pasada. Él nos agita y vamos a muerte con él. La afición responde y somos todos un equipo”.
Pero ahora toca mudanza. A Santi le duele el cambio, aunque espera que todas esas buenas sensaciones se trasladen plenamente al Wanda Metropolitano. “Da muchísima pena. Todos tenemos grandes recuerdos del Calderón. Es que ha estado ahí más de 50 años. Hay que aceptar lo que viene y hacernos a la idea de que tendremos un gran estadio, esperemos que esté todo a la altura del Atlético. Allí disfrutaremos también grandes noches de gloria”.
Y añade a la lista otra imagen que echará de menos al dejar el Calderón: “Me molan mucho los bares de alrededor, dan un ambiente maravilloso a los partidos, muy sano. Entrabas en cualquier local y estabas tomándote algo con gente como tú, currantes, atléticos, con sus camisetas... Ahora eso no vamos a tenerlo en un tiempo”. Aun así, el monologuista, inmerso en su espectáculo Como en casa de uno en ningún sitio, en Gran Vía, será uno más apoyando a su equipo: “He vuelto a hacerme socio. Allí estaré animando al Atleti. Como siempre”. Como desde que, siendo un crío, disfrutó de la primera exhibición de Leivinha y Pereira.