Un gran Mundial de MotoGP

El Mundial de motociclismo llega a su ecuador y se va de vacaciones. Un mes pasará entre la carrera de Alemania y la próxima de la República Checa… y ya mismo tenemos ganas de que vuelva la acción. Está resultando un campeonato apasionante, especialmente en la categoría reina, con los cuatro primeros pilotos en ese pañuelo de diez puntos que deja el pronóstico más abierto que nunca para la segunda mitad de temporada. En nueve carreras no se ha repetido la composición de los podios, ha habido cinco ganadores diferentes y nada menos que cuatro líderes. La incertidumbre de MotoGP no es casual, es lo que se ha perseguido con los cambios de reglamentación de los últimos tiempos y se ha logrado, porque sólo así se explica la presencia en cabeza de pilotos como Petrucci, Zarco o Folger. Tiene toda la pinta de que no conoceremos al campeón de la clase grande hasta la cita final en Valencia, porque ninguno de los aspirantes goza de una ventaja clara y las circunstancias cambian mucho de un circuito a otro. Bueno para el espectáculo, ver pelear como lo hacen a estos pilotos fuera de serie con tanta alternancia es algo excepcional, inédito en los últimos años. Por el contrario, sin que desde luego tampoco esté nada decidido, los líderes de las otras dos categorías se muestran más sólidos y en este caso el objetivo está en su mano. Joan Mir me está sorprendiendo muy gratamente con su actuación en Moto3, con un perfecto equilibrio entre inteligencia y coraje; en cuanto a Moto2, Morbidelli ha ganado seis carreras, así que pocas pegas se le pueden poner a la campaña del italiano.