Rivaldinho hace temblar
Golazo y empate: decidirá San Mamés
En el inicio de la era Ziganda, el Athletic dejó abierto el primer peldaño hacia la Europa League. La sentencia queda para San Mamés, deberá imponer el peso de su estadio para certificar el pase a la segunda previa continental. O sus galones, que por algo es el segundo equipo con más coeficiente UEFA de esta gillotina, tras el Zenit. Estuvo dichoso ante el Dínamo de Bucarest en la primera parte, con gol que aún le reconfortó más, pero un obús de Rivaldinho, alentado desde la grada por su padre, el Balón de Oro, desde 30 metros que entró por la escuadra desató a los locales. La segunda mitad se descontroló y aunque los leones no concedieron mucho, acabaron exhaustos, haciendo faltas de maduros que estaban.
Ziganda no ha venido a protagonizar un ataque de estilo. Lejos de eso, repite el librillo de Valverde con un par de apuntes propios en los márgenes, como un sustento para perpetuar una idea, basada en el ritmo vivo. Ese garbo es lo que destila el encanto de este grupo en los últimos tiempos.
El Dínamo ofreció excesivo respeto de saque, con un repliegue que pegaba para San Mamés pero no en un marco imponente como el National Arena, con el techo retráctil para amplificar el ruido. Contra dio un mensaje claro de inicio: arrancó con un 4-1-4-1 en lugar de ese 4-2-3-1 habitual en liga con dos jugadores en banda profundos y Nemec en punta. En este caso puso un muro defensivo en medio. El Athletic tomó la palabra y estuvo correcto en la lectura, aunque poco profundo. Laporte hizo un gol nacido de la pizarra de Cuco, a saque de córner.
Pero la puesta en escena de Rivaldinho en el segundo tiempo y el cambio de dibujo, con dos puntas para taponar la salida del balón, desmelenó el choque e hizo temblar a los leones. Marcó el hijo de la estrella mundial y al final el susto persiguió al favorito.