“Esto se va a quedar en un susto”
Fue la afirmación de Fonsi Nieto al despedirse a la salida del hospital
“Las primeras horas son siempre las más peligrosas”, decía en la puerta del centro médico Ricardo Urgell, el fundador de Pachá y amigo personal de
Nieto. Y esas las pasó “estable” el zamorano rodeado de su clan, con sus hijos a la cabeza. Unidos, desde primera hora de la mañana hasta la noche, los Nieto cuidan de Ángel y vigilan su progreso.
Gelete, el mayor, ha asumido las labores de portavoz y da cuenta de la situación de su padre a los medios desplazados a Ibiza. A Pablo, que daba parte ayer vía
‘Whatsapp’ y agradecía “el apoyo y los mensajes de ánimo”, se le vio más roto, incapaz de contener la emoción al recibir a amigos como el torero Miguel Abellán. Y allí estaba también el pequeño Hugo, de 16 años, hijo de Ángel y Belinda y el único que no se inclina sobre las dos ruedas: es un apasionado del tenis.
A lo largo de la jornada recibieron la visita de decenas de amigos y personalidades de la noche ibicenca, de la que Ángel Nieto es buen embajador. Además del citado Urgell se pasaron Carlos Martorell, conocido relaciones públicas de la fiesta ‘Flower Power’, o incluso la ganadora de Eurovisión Massiel. También el exfutbolista Aitor Ocio o el consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo.
Y aunque era difícil romper el gesto de tensión en las caras de los Nieto, Fonsi lo consiguió. Al despedirse de noche y ya sin los medios gráficos cubriendo la zona, el sobrino zanjó: “Esto se va a quedar
en un susto”. “Pues sí”, se escuchó en el grupo. Habían pasado juntos por los momentos más complicados, desde el traslado en ambulancia hasta la incertidumbre previa a los primeros diagnósticos. Con Ángel estable, esa palabra tan repetida y celebrada, parece que esto se va a quedar en un susto.