Kwiatkowski culmina con éxito la estrategia del Sky
Landa le allanó el camino y se impuso a un cuarteto
EI Sky entró de lleno en la partida por la txapela y tenía las mejores cartas. Jugó perfectamente sus bazas: Kwiatkowski se impuso al sprint en un grupo de cinco fugados y se llevó la Clásica de San Sebastián, que se fue decantando en la subida a Murgil: estaba el triunfo entre él, Dumoulin, Gallopin, Mollema y su compañero Landa. El quinteto se fue agrupando en la bajada. Tras el duro marcaje por las calles de Donostia, arrancó el francés Gallopin, pero estaba maduro por el ataque previo de Landa (al que por línea interna su compañero Kwiatkowski le pidió gas para jugar sus bazas o en su defecto hacer trabajar a los adversarios para su remate). El triunfo del polaco fue incontestable.
Hacía un día precioso, limpio, de playa en Donostia, pero muchos dejaron el sol para sentir la brisa que levanta el paso de decenas de ciclistas a toda metralleta. Otra vez se decidió casi todo en la pared de Murgil Tontorra. A siete kilómetros de meta, muy estrecho y con un nueve por ciento de dureza, el puerto no decide del todo la carrera, pero en su bajada se puede dar un hachazo, sobre todo por la proyección que da la última curva.
Siguiendo la pizarra de Sky, Nieve abrió camino a Landa. Este arreó a falta de 8,5 km con la idea de no parar hasta ver el techo del puerto. A partir de ahí se movieron los otros cuatro corredores que acabaron jugándose el triunfo. El excampeón del mundo Kwiatkowski asciende de la decimoquinta plaza del World Tour a la octava, al sumar estos puntos a los logrados en la Milán-San Remo. También fue el gran día de Haimar Zubeldia, que echó el telón a 20 años de carrera. Pudo acabar la Clásica, en el puesto 29, a 1:32 del ganador.