AS (Valladolid)

El Barça y Neymar, con el cuchillo entre los dientes

El club y el jugador, a la greña, por el dinero y el tránsfer. Bartomeu se lo pondrá tan difícil como pueda

- POR SANTI GIMÉNEZ

Se acabaron las buenas palabras y las buenas intencione­s entre Neymar y el

Barcelona. Una vez que el jugador se ha desvincula­do, las hostilidad­es por cualquier trámite están a la orden del día. El presidente Bartomeu ha adoptado la actitud de ofendido y ha ordenado a los servicios financiero­s y legales del club que no se facilite nada a Neymar más allá de lo que marque la legalidad. A esta actitud, el jugador responde de la misma forma. Según informaron diversos medios (Infoesport­e, Globoespor­te y Sky), el jugador ha tomado la decisión de denunciar al Barça ante la FIFA por el impago de los 26 millones correspond­ientes a la prima de renovación de octubre pasado que el Barça no le ha abonado.

Las caretas, por tanto, ya han caído por los dos bandos. Las palabras de elogio a Neymar desde la directiva cuando el jugador no había anunciado (pero había decidido) marcharse han quedado en el olvido. Las palabras del brasileño elogiando al Barcelona en las Redes Sociales, también. Ahora todo el mundo va con el cuchillo entre los dientes.

Empecemos por el Barcelona. El club catalán decidió ponerse muy estricto con el jugador cuando Neymar aprovechó el permiso para no acudir a los entrenamie­ntos que le dio Valverde para irse a Oporto a pasar revisión médica con el PSG. A partir de ese momento, la entidad catalana empezó a comunicars­e con el jugador mediante burofax. Al mismo tiempo, el Barça congelaba el pago de 26 millones de euros al padre del futbolista en concepto de prima de renovación y los ingresaba en una notaría. Cuando se hizo efectiva la salida de Neymar, el Barça recuperó ese dinero y anunció que no lo iba a pagar porque Neymar había incumplido las condicione­s de la renovación. A este episodio hay que añadirle el hecho de que el Barcelona no piensa liberar el tránsfer internacio­nal del jugador hasta que tenga en su cuenta bancaria los 222 millones de euros de la cláusula.

El jugador, por su parte, ha olvidado las buenas palabras hacia el club, la ciudad y el argumento de que no se fue por dinero para reclamar esos 26 millones que podría demandar por la vía judicial denunciand­o al Barcelona. Neymar considera que ese dinero no es una prima de renovación sino que forma parte de su salario.

Ha empezado una guerra que, muy probableme­nte, volverá a llevar a ambos actores ante los juzgados. Están acostumbra­dos.

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FELICES ENTONCES. Neymar y Bartomeu, sonrientes en la firma de la renovación en octubre de 2016.
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