Un embudo en la salida
A la secretaría técnica del Barça se le acumulan los jugadores en oferta sin que nadie se interese para desesperación de Valverde
EI El Barça tiene dos problemas en su operación salida. Uno es el tiempo, el mercado termina el 1 de septiembre y el otro es de volumen. El equipo blaugrana tiene que aligerar peso de nómina, ingresar dinero para afrontar fichajes y hacer sitio a los nuevos, especialmente en el centro del campo, donde la sobrepoblación de jugadores es preocupante.
Ya explicó Robert Fernández, secretario técnico del club, en la presentación de Dembélé que “de las largas conversaciones que he tenido con Valverde, la mayoría han versado sobre las salidas más que sobre las llegadas”.
A Valverde no le gusta trabajar con una plantilla tan larga como la que tiene. Es un técnico que siempre ha intentado tener 20 jugadores y dos porteros para poder tener a todo el mundo enchufado y repartir minutos. No le gusta que las plantillas con el paso de los meses se dividan entre el grupo de los que juegan y el de los que no cuentan para nada porque considera que esta circunstancia repercute en el trabajo diario.
De momento, Valverde ha aguantado de todo desde que llegó al Barcelona. Principalmente, el lío de Neymar, al que tuvo que alinear en la gira por motivos contractuales. Se ha adaptado sin alzar la voz, pero en las reuniones ya ha dicho que necesita aligerar plantilla.
Disgusto El nuevo técnico quiere trabajar con plantillas cortas