El Madrid es el equipo del pueblo: en Sotobañado y Priorato está la prueba
Fiebre blanca.
Cada fin de semana tengo la oportunidad y el privilegio de visitar una peña del Real Madrid. Dado que hay casi 2.500 censadas, imaginen la de sitios que tengo aún por descubrir. Y eso que empecé con esta fascinante aventura hace veinte años. Debuté en 1997, en Valdemoro. He perdido la cuenta de todas las peñas que he visitado desde entonces, pero desde este rincón intentaré trasladarles cada semana el sentimiento de los madridistas, que en los pueblos suele estar arraigado con una fuerza difícil de describir.
El Boedo.
El periplo por la piel de toro me llevó el pasado fin de semana a Sotobañado y Priorato, un coqueto pueblecito de la comarca de Páramos y Valles Palentinos (está a 71 kilómetros de la ciudad que presume de su Cristo del Otero y de La Bella Desconocida). Sotobañado y Priorato está ubicado junto al río Boedo, rodeado por una chopera espectacular y que da nombre a esta peña. Pensé cuando me llamaron: “¿Habrá gente suficiente para montar un acto con sólo 162 habitantes censados?”. Pues miren, a la cena para festejar el segundo aniversario de la agrupación se presentaron casi 90 peñistas. O sea, más de la mitad del pueblo es del Madrid. Pura estadística. Una prueba. Sólo hay dos bares. En uno estaban viendo el Alavés-Barça. Cuatro culés disfrutaban con los dos goles de Messi. Pregunté, ingenuo de mí: “¿Aquí está la peña del Barça?”. Me respondieron: “Aquí sólo existe la peña del Madrid. Del Barça sólo hay cuatro seguidores. Exactamente los que ves...”.
Alcalde.
A recogerme en coche vino Miguel Abia Lozano. Un tipo joven, 32 años, que lucía orgulloso su camiseta de Sergio Ramos. Le pregunté cuál era su cargo y me dijo que era el vicepresidente de la peña. Lo mejor llegó cuando me confesó que también es el alcalde del pueblo. Y no le va mal. “Llevo seis años en el cargo y en las urnas nunca me ha pasado factura ser blanco y que sea público. Debe ser que el pueblo es del Madrid en su mayoría...”.
Sacrificio.
Cada temporada reúnen dinero entre los socios para sufragarse varios viajes al Bernabéu. “Cuando es un partido de Liga en fin de semana llenamos un microbús”. Si el encuentro es de Champions, cogen varios coches particulares y allá que van entusiastas al Paseo de La Castellana. El curso pasado vieron el 4-2 al Bayern (“¡cómo gozamos en la prórroga!”) y el 3-0 al Atleti, con el hat-trick imperial de Cristiano a Oblak. Cada vez viajan más. Por orden del señor alcalde...