AS (Valladolid)

Froome cuidó cada detalle: así fue el día del maillot rojo

Técnicos, mecánicos, cocineros... al servicio del líder británico

- JUANMA LEIVA LOGROÑO

Froome no tiene más ritual en una crono que cuidar hasta el mínimo detalle”, explicó Xabier Artetxe, director del Sky, a AS, que siguió la rutina del equipo británico en la crono de ayer en Logroño. Desde primera hora cada miembro del staff trabajó para que no fallara nada en lo que acabó siendo un paso más de Chris Froome hacia el triunfo en esta Vuelta.

Despertar. El líder se levanta sobre las 9:30 en el hotel NH de Logroño, donde el lunes pasó la jornada de descanso. Se le realiza un chequeo médico y desayuna. En el equipo británico cada comida está monitoriza­da y planeada al detalle por un nutricioni­sta. El chef del equipo las prepara en un camión cocina que acompaña al equipo durante toda la Vuelta.

Reconocimi­ento. A media mañana, es el momento de reconocer el trazado de la contrarrel­oj. No es la primera vez, ya que el día anterior, al no haber etapa, el británico aprovechó para analizarla, aunque aún sin el tráfico cerrado. En la crono crucial de la tercera grande de la temporada, hay pocos ensayos. “La postura, el manillar... se ajusta al principio de temporada, ahora no hay pruebas”, comenta uno de los mecánicos. Este reconocimi­ento sirve para analizar cada curva, cada repecho y el desarrollo que usará en carrera (Froome sale con 58x11). También el viento es un factor importante. Han comprobado que pega a favor, algo que no le favorece, sí a los menos especialis­tas.

De vuelta al hotel. En una carrera de tres semanas, los fisioterap­eutas tienen trabajo continuo. Los ciclistas son tratados tras haber completado el reconocimi­ento. Luego llega la comida, unas tres horas antes de competir.

Momentos previos. Sobre las 15:00, Froome llega al Circuito de Los Arcos, punto de partida de la crono. Allí el Sky tiene montado su novedoso motorhome, una instalació­n móvil de dos plantas que vive una gran actividad desde primera hora. Técnicos y mecánicos tienen bicicletas y material preparado antes de la llegada de los ciclistas. Estos se concentran en la planta de arriba (“son momentos de nervios, es mejor no estar encima”, apunta Artetxe). Una vez allí, Froome se calza el mono de crono y hace rodillo escuchando música. Calentamie­nto que hace dentro del

motorhome, aunque con la cristalera abierta. Los aficionado­s le dedican gritos de ánimo y le fotografia­n.

Ritual del líder. Froome gana la etapa, pero aún no ha acabado su jornada. Debe subir al podio (donde cruza unas palabras con Indurain) pasar el control antidopaje, atender a las television­es, comparecer en rueda de prensa... Lo hace de buen humor, incluso se arranca a hablar en español.

Recuperaci­ón. Pasa más de una hora hasta que Froome se monta en el bus del equipo para un traslado de casi dos hasta Burgos. Todo resta tiempo de recuperaci­ón antes de una jornada tan dura como Los Machucos. Desventaja­s de ser el capo de la Vuelta.

 ??  ?? Indurain, en el podio.
Indurain, en el podio.
 ??  ?? Con aficionado­s.
Con aficionado­s.
 ??  ?? UN AVIÓN. Froome saca la rodilla para meterse en una curva.
UN AVIÓN. Froome saca la rodilla para meterse en una curva.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain