Los Machucos: un final brutal con rampas al 28%
El puerto cántabro vive su estreno en la Vuelta
Porcentajes escandalosos, rectas interminables, curvas rompepiernas... son algunas de las características que definen a la novedad que más expectación ha generado en esta Vuelta, Los Machucos, un puerto “brutal”, como lo definió ayer el propio líder de la carrera, Chris Froome. Una ascensión que se presenta hoy en la Vuelta tras el desgaste que supuso ayer la crono, y donde el británico está obligado a dar la cara. Porque si hasta ahora siempre ha estado arropado por un equipo sin fisuras, ahora encara varios exámenes donde ir a rueda ya no vale. No por ello le tiembla el pulso. “Si se presenta la oportunidad de atacar, atacaré”, asegura el maillot rojo.
Y por si el final en alto en este coloso de 9 km al 9%, con rampas al 28%, no fuera suficiente, el giro al norte de la ronda española amenaza con ir acompañado de mal tiempo y lluvia, que no sólo hará patinar ruedas, sino que añadirá peligro a los descensos de los puertos anteriores: La Lunada, un segunda de 8,3 km al 5,7% con una bajada interminable, y Alisas, un primera de 10 km al 6% que se encadena prácticamente con el puerto final.
Fiesta cántabra. “Los líderes deben tomar la iniciativa desde abajo”, analiza Óscar Freire a AS, uno de los cántabros ilustres que han querido poner la atención sobre este puerto que aspira a convertirse en referente. El tres veces campeón del mundo se conoce cada curva, y no sólo de hacerlo en bicicleta, sino como piloto en el rally de Cantabria, una de sus grandes aficiones.
Aunque ha sido la intervención de Miguel Ángel Revilla, presidente cántabro, la decisiva para que su comunidad acoja dos etapas decisivas, la de hoy coronando en una cima donde se encuentra el Monumento a la Vaca Pasiega, y la de mañana en Santo Toribio de Liébana, festejando el Año Jubilar Lebaniego. Tras estos dos finales en alto, sólo quedará el Angliru.