Carreño, en semifinales, top-10 y mira al Masters
El gijonés, que no ha perdido ni un set, ganó a Schwartzman
Pablo Carreño entró ya de lleno en la élite mundial del tenis con su victoria ayer en cuartos del US Open. El gijonés ganó a Diego Schwartzman por 6-4, 6-4 y 6-2 en una hora y 59 minutos, y jugará por primera vez en su carrera las semifinales de un Grand Slam, algo que no conseguía un español que no fuera Rafa Nadal desde que lo hiciera Ferrer en Roland Garros 2013. Además, su triunfo le aúpa virtualmente al top10 del ránking mundial (será oficial si Querrey no llega a la final) y le mete provisionalmente en el Masters de Londres como octavo en la carrera, séptimo en realidad porque el quinto, Stan Wawrinka, anunció que no jugará en lo que queda de temporada. Triple alegría para Carreño.
Podría decirse que el español ha tenido la fortuna de enfrentarse contra cuatro jugadores de la ronda previa, pero uno de ellos fue Shapovalov, con nivel para competir con los mejores (ganó a Nadal en Montreal). Y que en su lado del cuadro, sin Murray, diez cabezas de serie no han llegado a cuartos. Pero había que estar ahí y ganar con la solidez con que lo hizo Pablo, sin perder ni un set hasta ahora.
El partido tenía trampa para él, porque Schwartzman llegaba con una contractura en el aductor derecho, aunque luego admitió que estaba bien (“Simplemente, Pablo fue mejor que yo”, dijo). Y ya se sabe que a los argentinos les entusiasma la épica, que se lo digan a Del Potro, que remontó un 0-2 con fiebre ante Dominic Thiem (se enfrentará hoy a las 02:30 a Federer en cuartos). Carreño no se confió y mantuvo la concentración y esa consistencia desde el fondo de la pista que le han llevado tan lejos en Nueva York. Habituado ya al gigantesco Arthur Ashe, con su bullicio continuo, jugó una vez más con aplomo para colocar 35 golpes ganadores y para levantarle a su rival ocho de las diez bolas de break que tuvo. Él sumó 6 de 8.
Dominio y sentencia. Tras un primer set que dominó, Carreño tuvo que batallar en un segundo en el que Schwartzman tuvo tres opciones para ponerse con 5-4 y saque, pero no las convirtió y perdió después su servicio. El asturiano cerró luego el parcial con dos aces. En la tercera manga, se distanció de inicio y volvió a revertir un 0-40, acción que ya le puso en el inevitable camino hasta la victoria. Ahora toca soñar con la final, con permiso de Querrey o Anderson, que se midieron anoche.