AS (Valladolid)

¡Rusia a la vista!

- DESDE LA TELE TOMÁS RONCERO

La pachanga de Vaduz terminó de confirmar lo que estaba escrito desde la fiesta del Bernabéu ante Italia: España tiene ya cocinado su billete para Rusia. 0-8 y a casa. Todo ok.

Un rival de chiste. Jamás me atreveré a desmerecer un triunfo de nuestra amada selección, pero hay que reconocer que costaba celebrar con entusiasmo el saco de goles que le cayó a este equipito que representa a la pequeña Liechtenst­ein. Es difícil catalogar un país cuyo himno ni siquiera es propio (es una copia exacta del de Inglaterra, aunque al menos se han molestado en cambiar la letra). Hablan en alemán. El selecciona­dor es austríaco. Y la moneda es el franco suizo. Un gazpacho que impide imaginar que puedan construir una selección de fútbol competitiv­a. Tampoco se les puede pedir milagros con sólo 37.000 habitantes, que casi podrían caber todos en La Romareda de

Zaragoza. Son voluntario­sos y esforzados, pero con el balón en los pies son muy limitados. Aún así, hay que darles las gracias. Si había alguna duda sobre el

goal average general con Italia, ya están todas desterrada­s. Si ganamos a Albania, todos a sacar los visados para poder viajar a Rusia el próximo verano... El bueno de Jehle. Se llama Peter Jehl. 35 años. El veterano del equipo. Ser portero de Liechtenst­ein es una profesión de alto riesgo. Haces horas extras, trabajas a destajo y sabes que al final te vas a llevar media docena de goles mínimo. Jehl, nacido en Grabs (Suiza), lo lleva bien. Combina paradas elásticas y plásticas con pifias propias del guardameta titular del Fussbal

Club Vaduz, con el que cada fin de semana juega la prestigios­a

Challenge League de Suiza. La cantada de la noche nos la regaló en el 0-3. Iba a sacar de fondo y con el pie de apoyo apartó la pelota cuando iba a darla. Grotesca patada al aire. El balón queda muerto a Morata, que asiste a Isco y marca a puerta vacía. Vídeos de primera...

Nuevo reglamento. El VAR debería entrar en partidos así a nivel experiment­al. Aunque parezca increíble, el encuentro les hubiera dado trabajo. Mis ojos manchegos vieron cómo el linier daba por bueno el primer gol de Morata (en fuera de juego), para luego señalar un offside a Ramos que estaba... ¡cinco metros en posición legal! Y luego anularon un gol limpio de Morata, que esta vez sí estaba habilitado. Vamos, que si en partidos así cometen tres errores de bulto imaginen en una cita de mayor alcurnia. El búlgaro Stoyanov debería revisar la próxima convocator­ia de sus asistentes. Mi hermano. El incombusti­ble capitán de España, Sergio Ramos, tuvo el honor de abrir el melón de la goleada. Su cabezazo, tras el impecable saque de falta de Silva, le permitió al camero firmar su undécimo gol con España en 145 partidos con

La Roja. Su hermano René le felicitó con gracia en su cuenta de

Twitter: “Muy superior España con gol incluido de Sergio Ramos. No siempre vas a sorprender­nos en el descuento...”. Aspas, el genio de Moaña.

El gallego y Morata se rebelaron contra el debate de si es mejor jugar con falso nueve o con un ariete puro. Los dos firmaron dos dobletes y dejaron claro a

Lopetegui que si hay que tirar en Rusia de un delantero nato, ahí están los dos preparados y en perfecto estado de revista. Alicante. En el Rico Pérez será la cita. El 6 de octubre. Ganando a Albania en el corazón de la Costa Blanca habremos asegurado el billete para el Mundial de Rusia. No fallaremos. Hasta se podría ir a Israel con esos sub-21 que nos tienen enganchado­s con su calidad y osadía. Por cierto, Asensio es tan bueno que pese al 0-8 se le echó en falta. Vaya jugón...

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