Que España sea San Jorge

A Dragic le llaman ‘Dragón’ y tiene su propia canción

Una caja fuerte. Estambul no ha sido, desgraciadamente, inmune al terrorismo en los últimos tiempos. Los atentados han hecho elevar al máximo la seguridad. El hotel donde están las selecciones del Eurobasket es un pequeño búnker. En el acceso con coche se hace un registro de cada automóvil y del suelo surgen unos badenes móviles que se mantienen elevados hasta que no se da luz verde al acceso del vehículo. En recepción un arco de seguridad registra la entrada de cada inquilino mientras sus pertenencias pasan por un escáner. Uno tiene la impresión de que entra en la caja fuerte de un banco suizo. Todo lo damos por bueno por evitar sobresaltos.

Mediterráneo. Para el

próximo Campeonato de Europa tendremos que esperar cuatro años. Lo tendremos más lejos en el tiempo pero quizá no en el espacio. La

FEB trabaja en una candidatura conjunta para 2021 con

Italia, Grecia y Francia: una competición con cuatro sedes mediterráneas. Ni que decir tiene que de lograrse sería otro éxito en los despachos que apuntarnos. Pero para ello no estaría de más que la Federación Francesa anduvieran más en sintonía ya que anda más preocupada de su selección. Y visto lo visto aquí, falta les hace.

El dragón esloveno. La devoción por Goran Dragic en

Eslovenia es tal que tiene su propia canción. Dragón es su nombre y a ritmo tecno-pop le pone por las nubes. Ese nombre, dragón, es el que usaba

Steve Nash en la NBA para llamarle cuando eran compañeros y se sentía incapaz de pronunciar su apellido. Y un dragón es el escudo de Liubliana, capital de su país y lugar de nacimiento de Goran. Mucho mito, mucha clase y mucho fuego. Ojalá España sea San Jorge está noche.