La estrategia alarga el estado de gracia leonés
Los oscenses empataron dos veces, pero al final perdieron
Definitivamente la Cultural ha caído de pie en la Segunda División. Su pegada puede con todo, incluso con un Huesca notable, empeñado en sacarle de su carril para llegar al ataque. La precisión en el remate y las acciones a balón parado dejaron los tres puntos en el Reino. Marcó el camino Yeray González, otro renacido goleador. Cuando el choque se movía entre las dificultades del equipo leonés para sortear la eficaz y alta presión de su rival, cuando Palatsí había sacado una mano de mérito para desviar el disparo de Melero y cuando Rodri venía de poner a prueba a Remiro, la Cultural se adelantó a balón parado. Fue una constante. Sirvió Buendía y el tinerfeño golpeó de interior y de primera abriendo el marcador. El “Cucho” Hernández igualó con un soberbio cabezazo a la salida de un córner y, nuevamente Yeray, transformando un penalti inexistente sobre Iza, devolvía la ventaja al borde del intermedio.
Nunca es suficiente cuando juega la Cultural, atascada en la creación y sufriente en cada intervención exterior de Vadillo y Hernández. Un robo del colombiano tras un exceso en la conducción de Yasser terminó habilitando una opción de remate donde Melero es letal. Flotaba en el ambiente la convicción de que seguirían pasando cosas. Iza era el principal arma ofensiva del cuadro blanco, con sus virtudes y defectos, pero la resolución estaba en la esquina. Desde allí centró Buendía, dudó Remiro en su salida y Yasser se resarció con otro testarazo inapelable.
La entrada de Gallar, suplente por sorpresa y ovacionado por su antigua afición, agitó la recta final. El ahora extremo oscenses rozó el gol directo desde la esquina, pero respondió certero Palatsí, que vio de cerca como Hernández fingía un derribo dentro del área que aireó aún más las protestas de un Huesca perjudicado y derrotado por la inercia de un equipo, la Cultural, que vuela con el viento a favor.
Gallar, suplente El ex de la Cultural entró en la segunda parte y creó peligro