Fuenlabrada brinca con la Lotería del Real Madrid
En el Fernando Torres todos querían que tocase el equipo blanco
La afirmación roza el adulterio colchonero. Pero es cierta. Ayer, en el Fernando Torres, todos querían al Real Madrid. Los jugadores del Fuenlabrada, los primeros. Apiñados en la sala de prensa, el plantel de Antonio Calderón se reunió al calor de la esperanza que irradiaba una pequeña tele de plasma. En la última bola Champions, el destino les emparejó con los blancos. El gentío estalló de júbilo al grito de “a por ellos”.
Sólo Codina, exmadridista y veterano de Primera, se refrenó. Él se quedó sentado mientras sus compañeros disfrutaban del orgasmo por saber que el Bernabéu les acogerá a finales de noviembre (28, 29, ó 30). Más azulones como él saben lo que es triunfar por la Castellana. Por ejemplo, el Cata Díaz. Ex de Getafe y Atlético, ganó allí, vestido de rojiblanco, la Copa del Rey. Su Atleti se la arrebató al Madrid de Mou en 2013. Integrantes de este Fuenla son también Rubén Sanz o Rubén Anuarbe (ahora delegado), héroes de otra gesta copera, el Alcorconazo. Ambos esperan repetir hito llevando ahora por bandera el nombre de una ciudad, Fuenlabrada, siempre más ligada al baloncesto que al de fútbol.
Desde 1995, el Fuenla ha subsistido entre la Segunda B y la Tercera. Ahora es diferente.
La ida, 24, 25 ó 26 de octubre; la vuelta en el Bernabéu, 28, 29 ó 30 de noviembre
Sus sueños son de plata. El ascenso a Segunda es el objetivo. El curso pasado se vislumbró, pero acabó en la primera ronda del play-off.
Jonathan Praena, un joven empresario de la ciudad (sólo tiene 35 primaveras), es el responsable de este salto cualitativo. En 2014 compró el club e inyectó dinero y ambiciones nuevas. “Este emparejamiento ilusiona a toda la ciudad y damos continuidad al proyecto”, dijo ayer tras conocer su suerte. La cuenta de Twitter del club fue menos diplomática. “La estadística no da un favorito: 115 años de historia, y aún nos han ganado”, bromeaba. No es broma el anhelo de ver al rey emérito Juan Carlos I asistiendo al duelo de ida (24, 25 ó 26 de octubre). Hace dos eliminatorias, el Fuenla lo invitó. La Casa Real declinó la oferta, pero sigue abierta. Vista la suerte azulona, todo es posible.