Mikel Landa “Quiero la responsabilidad de ser el líder del Movistar”

Mikel Landa (27 años) apura sus últimas pedaladas con el maillot del Sky. Tras las carreras italianas, se despedirá de 2017 y del equipo británico en China. En 2018 liderará dos proyectos: como ciclista, el del Movistar, y como patrón, el de la Fundación Euskadi, que saldrá en continental.

Confirmado su fichaje por el Movistar, dejará el Sky, en el que corrió supeditado a Chris Froome, para compartir equipo con Nairo Quintana y Alejandro Valverde. Dijo que quería ser el líder donde fuera. ¿No le parece un movimiento arriesgado?

—No, para nada. Si se reparte el calendario entre todos no va a haber ningún problema, aunque todavía ni lo hemos hablado. Cuando acabe la temporada nos juntaremos en la habitual concentración. Ahí conoceré a la gente y la estructura del Movistar, seré uno de los nuevos. —¿Descartamos entonces escuchar declaraciones para reclamar galones?

—Sí, eso seguro. No volverá a sucederme. —¿Cómo resultó la convivencia dentro del Sky?

—No fue fácil. Se trata de una escuadra con una mentalidad un tanto rígida, a la que le gusta disponer del más mínimo elemento muy atado. Yo me considero un corredor diferente a eso. Prefiero hacer caso a mis impulsos y a veces no éramos compatibles. —¿Supondrá una liberación su marcha al Movistar?

—No tanto como eso. Aunque sí la veo como un incentivo, una motivación para lograr más cosas. He conseguido algunas bonitas con el Sky y les agradezco la confianza que depositaron en mí, pero después de cuatro temporadas en el extranjero (dos en Astana y dos en Sky), con pocas oportunidades, deseo la responsabilidad de liderar al único equipo español en el World Tour.

—¿Le preocupa el éxodo de ciclistas en el Movistar como los de Jonathan Castroviejo, los hermanos Herrada o Gorka Izagirre?

—No, nada. Confío en Eusebio Unzué. Elegí el Movistar por su capacidad para conformar grupos competitivos alrededor del líder. En la próxima campaña perderemos a corredores de nombre y experiencia. Sin embargo, con los jóvenes que han surgido y los que se han firmado, junto al excelente y tradicional trabajo de los directores para moldearles, recogeremos los frutos.

—¿Apostará por el Giro de Italia o por el Tour de Francia en 2018?

—Quiero tomarme un tiempo para analizar lo ocurrido en el Giro y en el Tour de este 2017. También pretendo revisar con calma los trazados para elegir la carrera que más se adapte a mis características. No obstante, al Giro le tengo un cariño especial (fue tercero en 2015 y sirvió de gran escaparate por su pulso con Alberto Contador) y pienso que se adecúa mejor a mí.

—Con el tiempo, ¿le duele más o valora más haber perdido la tercera plaza del Tour por un solo segundo?

—Las dos cosas. Al salir de la burbuja del Tour compruebas lo que cuesta rendir a ese nivel, y te das cuenta de lo logrado, aunque cabree no alcanzar el podio por un segundo.

—Por último, ¿qué espera de la Fundación Euskadi como su nuevo patrón, equipo que saldrá en categoría continental y que servirá para dar oportunidades a los jóvenes?

—Me convertí en profesional gracias a la Fundación, debía intentar salvarla. Para 2018 la estructura será continental, con el mismo espíritu: apoyar a los chavales de la cantera vasca.

Control “Fue difícil la convivencia en el Sky: yo soy un corredor diferente”