AS (Valladolid)

“No es mi caso, pero un independen­tista podría jugar en la Selección española”

Gerard Piqué dio ayer la conferenci­a de Prensa más esperada. Se explicó en 34 minutos y 30 respuestas. Piqué

- SERGIO SANTOS

➥ ¿Te has planteado dejar la Selección? —Quiero que preguntéis todos, como si estamos una hora y media aquí. Lo que quiero es hablar y solucionar todo este problema. Nos estaremos el tiempo que vosotros queráis, podéis preguntar todos. Paciencia y tranquilid­ad. El primer día, que fue a puertas abiertas el entreno fue difícil porque obviamente no te gusta que la gente que apoya y anima a tu equipo, en este caso la Selección, esté en tu contra y además con esa… No con esa violencia, pero sí… Al final recibir insultos y silbidos no es del agrado de nadie. Pero creo que es un reto para mí y estoy aquí para intentar darle la vuelta y creo que puedo hacerlo. Creo que hay mucha gente en España y cuando digo España obviamente hablo de todos, que mediante el diálogo pueden entender cómo me puedo sentir y todo lo que expreso y que a partir de ahí, independie­ntemente de que pueda pensar de una manera y mucha gente pueda pensar de otra, creo que mediante el respeto y mediante la coherencia creo que puede llegar todo a buen puerto. Por eso estoy aquí, obviamente también porque el míster ha decidido que esté aquí y los compañeros también. Y nada… ayudar en todo lo que yo pueda, que es en el campo, sobre todo. El viernes es el primer partido y estamos delante de un objetivo del que llevamos detrás más de un año y que a pesar de que ahora parezca que lo tenemos cerca es muy complicado llegar a esta situación de que ganando a Albania virtualmen­te estamos clasificad­os. Entonces creo que nos tenemos que centrar sobre todo en esto y en intentar ganar los tres puntos. —¿Qué mensaje le manda a la afición que duda de su compromiso? —Es imposible poner en duda mi compromiso. Llevo aquí desde los 15 años, considero esto una familia y lo he dicho siempre. Tanto compañeros como entrenador­es, fisioterap­eutas, doctores, gente de prensa… Considero esto una familia. Es una de las grandes razones por las que sigo aquí. El compromiso con la Selección nacional, por mi parte al menos, ha sido siempre el máximo que he podido aportar en todos los ámbitos. Entonces me duele que haya duda de mi compromiso. Lo he dicho muchísimas

veces: me siento muy orgulloso de estar en la Selección española, me siento muy orgulloso de poder formar parte de un grupo de jugadores que son únicos y de intentar conseguir todos los títulos posibles con ellos. Entonces el mensaje es que no duden de mi compromiso y que me siento muy orgulloso de estar aquí. —¿Se arrepiente de algo de lo que dijo el domingo?

—No me arrepiento porque es lo que siento pero creo que estamos en un mundo en el que al final todos somos personas y las personas al final tenemos nuestras opiniones. Nuestras opiniones vienen por nuestro entorno, por dónde vivimos y por la informació­n que nos llega y es imposible que todos pensemos igual. Es decir, yo voy a pensar distinto de ti, como de muchos otros que hay aquí como obviamente en el país hay gente que piensa de forma distinta. Y así como yo puedo pensar de una manera, que ya lo sabe todo el mundo que yo estoy a favor de que la gente pueda votar: que pueda votar sí, pueda votar no o pueda votar en blanco, pero que pueda votar. También

El primer día fue difícil. Recibir insultos y pitos no es del agrado de nadie”

Es imposible poner en duda mi compromiso. Llevo aquí desde los 15 años”

respeto que otra gente pueda opinar que los catalanes no tenemos que votar como pueda ser Rafa Nadal o puede ser otra mucha gente. Yo eso lo respeto, no tengo ningún problema, al final cada uno tiene su opinión. Creo que mediante el respeto y el dialogo se llega siempre a buen puerto. En la Selección hay jugadores con los que hablamos, obviamente es un tema recurrente, y hay compañeros de la Selección que piensan distinto a mí. Y al final hablando llegamos a la conclusión de que sí, de que hay muchas cosas que se podrían solucionar. Pero no nos toca a nosotros, al final somos futbolista­s. —¿Entiendes a la gente que dice que es incongruen­te votar en el referéndum y que luego juegue con España? —No es incongruen­te. Y te diría más, te lo llevo al extremo, que no es mi caso: creo que un independen­tista podría jugar en la Selección española. Porque no hay selección catalana y porque el independen­tista no tiene nada en contra de España. El catalán no está en contra de España, el catalán que quiere la secesión. Hay muchos catalanes que simplement­e quieren ser independen­tistas porque quieren tener su propio país. Entonces si no hay una selección ahora en Cataluña, si tú no tienes nada en contra de España, es más crees que es un país que es la hostia, con gente de puta madre, no me gusta hablar así pero es como es. ¿Por qué un independen­tista no podría jugar con la Selección española? Es una pregunta que te planteo. Y no es mi caso, te repito, no es mi caso. Pero, ¿por qué no podría? Al final tendemos a llevarlo todo al sentimenta­lismo y al fanatismo cuando al final aquí somos un grupo de gente que lo que intentamos es ganar para que España pueda ganar. Nada más. Y el que rinda mejor en el campo es el que va a jugar y al que el entrenador va a llevar. —Mezclar política y deporte es peligroso, pero lo mezcló...

—Somos jugadores pero ante todo somos personas. Entiendo la postura de muchos futbolista­s que no quieran hablar de política. Hablar de política es un marrón, te lo digo yo personalme­nte. Pero por qué no expresarse... Entiendo absolutame­nte la postura que dice ‘no, prefiero no mojarme, al final es algo que no me toca, yo soy futbolista’, la entiendo perfectame­nte. Pero quiero que también sean comprensiv­os conmigo si yo me quiero mojar o quiero expresar lo que yo siento. Somos personas, antes que futbolista­s, recordad que somos personas. Entramos en un terreno de juego y tenemos nuestros problemas, personales, familiares… Y tenemos que convivir con ello y trabajar con todo ello, como vosotros hacéis en vuestras profesione­s. Entonces por qué vosotros podéis opinar de política, cualquiera: un camarero, un periodista, un mecánico… Y el futbolista no puede hablar. Es algo que creo que está establecid­o así y no tiene una razón de ser. —¿Alguien le ha aconsejado no estar en primera línea de militancia? —No considero estar en primera línea de militancia, esto para empezar. Y segundo, obviamente que he hablado con gente y hay gente que me aconseja que no hable más de política. Bueno… Yo los consejos siempre los escucho y a partir de ahí tomo mis propias valoracion­es de ello. Pero es que creo que tampoco me he mojado… O sea… He intentado hablar de lo que yo pienso y de mi opinión, pero nunca me he posicionad­o en ningún bando. Simplement­e he dicho que creo que la gente tiene que votar, nada más. Y votar sí, votar no o votar en blanco. Es que cualquier opción es válida. Pero no creo que me haya puesto de un bando y haya intentado defender ese bando con uñas y dientes, no ha sido así. —¿Se mantiene su idea de seguir hasta el Mundial? Tras lo visto el lunes, ¿cree que esto puede frenar? —Estoy convencido de que hay muchísima gente en España… Ha habido manifestac­iones en Sevilla, Madrid… a favor de que los catalanes puedan votar. No quiero llevar esto a este terreno, es decir, esto es una cosa aparte y quiero transmitir que hay gente en España con opiniones muy diversas. Cada uno puede opinar lo que le dé la gana, simplement­e nos tenemos que respetar entre todos y respetar nuestras opiniones, aunque sean muy distintas, aunque sean de extremos, da igual. Al final, lo más importante, lo que prima aquí, es el respeto y mediante el diálogo estoy convencido de que se puede llegar a buen puerto. Entonces, estoy convencido de que todos los pitidos paren es muy difícil y al final cuando pitan cuatro parece que pitan muchos. Pero sí que si hay gente que duda si pitar que me escuche y diga `hostia, al final es muy razonable lo que plantea’. Entonces erradicar los pitidos va a ser muy difícil, pero si yo fuera aficionado de la Selección española y puedo decidir entre intentar ayudar a mi Selección y animar o intentar ir a pitar a Piqué igual hay gente que dice ‘hostia, me voy del lado de animar’. Y ya no es por mí, que me duelen, pero es algo que ya he convivido cierto tiempo con ello. Es por mis compañeros. Por ellos es por los que de verdad me siento incómodo con esta situación porque no se merecen vivir esta experienci­a en la cual un compañero suyo es pitado por todos los campos por los que va en España. —¿Por qué cree que hay diferencia con otros deportista­s que se han manifestad­o? —No tengo ni idea y no creo que ayude intentar llegar a una conclusión porque al final es muy difícil. A la gente le llega informació­n de todos lados, a veces es manipulada, a veces no… Es lo que hay, es la situación que hay y hay que afrontarla. Y me veo con mucha capacidad, como te he dicho antes, creo que es un reto para mí muy grande el poder intentar darle la vuelta a esto. Estoy aquí y estoy convencido de que puedo hacerlo. —¿Entiende que los compañeros estén cansados de tener que defenderle? —Puedo entender que estén cansados, sí, sí. A mí no me gustaría ver que todas las ruedas de prensa se centran absolutame­nte sólo en mi figura y en que les pregunten por mí. Por eso he salido aquí porque, al final, creo que en vez de que salieran dos compañeros más y que les inundaran de preguntas respecto a mi persona prefería salir yo y responder a todo lo que haya que responder. —¿Cómo es su relación con Sergio Ramos? —Lo de Sergio Ramos es todo una mentira, con Sergio Ramos nos llevamos fenomenal, lo he repetido 20.000 veces. Es más, seremos socios ahora de un negocio que le planteé. Entonces ya está bien de tópicos y de decir que con los jugadores hay mala relación, Sergio y Piqué la relación de nunca acabar. La relación con Sergio es fenomenal. De verdad, me gustaría que un día lo viérais. Entonces dejémonos ya de estos tópicos. Es lo fácil: ‘cada vez que vienen a la Selección Sergio y Piqué se tienen que reunir y acercar posturas’. ¡Venga, hombre! Que no, no hace falta, estamos muy cerca. —¿Se ha planteado dar un paso al lado?

—Sí, me lo he planteado. Porque al final creo que tienes que valorar todas las opciones. Pero valorándol­o mucho creo que lo mejor es continuar y aceptar este reto de darle la vuelta. Irse ahora sería dar la razón a toda esa gente, que no creo que haya una mayoría en España, que entiende que la mejor solución a esto es insultar y silbar. Irse daría la sensación de que ellos han ganado y no les voy a dar ese lujo. Estoy convencidí­simo de que hay muchísima más gente que están a favor de que me quede e intentar pues darlo todo por la Selección. —Albania, qué... ¿difícil, no?

—(Risas) Siempre tú, ¿eh? Albania es una selección que…

(risas) estaba preparado para una cosa… Es una selección que es muy complicada, lo demostró ya clasificán­dose para la última Eurocopa. Allí nos costó muchísimo más de lo que al final pareció, se encierra muy bien atrás y que luego en las contras te pueden hacer mucho daño. Tenemos que tener cuidado en controlar bien el partido y cuando ellos recuperen la pelota estar atentos en las vigilancia­s, que no nos creen muchas contras y peligro y las ocasiones que tengamos aprovechar­las. —¿Es usted independen­tista?

—Es la pregunta del millón y obviamente no te la voy a contestar. No te la voy a contestar porque creo que los jugadores somos figuras globales. Entonces no puedo decantarme por un lado u otro. A partir de ahí la mitad de todos mis seguidores, sea en España o si no serían

No me quiero ir por la puerta de atrás y sentir que han acabado mal las cosas”

Mis hijos son colombiano­s, libaneses, catalanes y españoles. Estamos en un mundo global”

Aquí importa que los políticos hagan su trabajo y se solucione el problema”

los catalanes, los perdería porque la gente pone la política por encima de todo lo demás y nosotros aquí venimos a jugar al fútbol. Te puedo decir que mis hijos son colombiano­s, libaneses, catalanes y españoles. Estamos en un mundo global en el cual lo de los países creo que ahora es lo de menos. Está todo tan conectado y es tan fácil ir de un sitio a otro que creo que ahora mismo mi respuesta es lo de menos. Es decir, hay un problema político muy grande en España, que va a más, que cada vez hay puntos más radicales y que o se encuentra la solución que es diálogo. O sea, lo único que nos llevará a un punto intermedio es el diálogo, o esto cada vez va a ir a más y la repercusió­n y las consecuenc­ias no las sabe nadie. Entonces creo que debemos ser muy coherentes, tener mucho respeto los unos a los otros, los que tienen una opinión y la otra, e intentar hablar. El diálogo lo puede conseguir todo. —¿ Continuará tras el Mundial? —También me lo he planteado, por qué no. Me quiero ir de aquí y cerrar mi etapa de la mejor manera posible. Son casi diez años, es casi un tercio de mi vida. Entonces no me quiero ir por la puerta de atrás y sentir que han acabado las cosas mal. Para mí este equipo y este staff técnico y todas las personas que forman parte de la Federación son como mi familia. Estoy convencido de que hay muchísima gente en España que me aprecia y que me tiene como un jugador que siempre lo ha intentado dar todo. Quiero continuar por todos ellos. Sé que hay gente a la que no le podré hacer cambiar de opinión y que siempre que me vea, pues me va a silbar. Pero me siento muy fuerte para poder afrontar este reto de poder darle la vuelta a todo esto. —¿Si se proclamara la independen­cia, elegiría Cataluña o España? —No sé lo que pasaría. Es un escenario que tampoco me he planteado. Pero si así fuera supongo que habría un proceso de dos o tres años, como es el brexit. El brexit ha sucedido y ahora hay un proceso para que UK se vaya de Europa. Creo que con Cataluña pasaría lo mismo. En mi caso, tras dos o tres años, yo tendría 33 años y no creo que tuviera que tomar la decisión, entonces no me lo he planteado. —¿Se arrepiente de sus tuits?

—Las redes sociales son mucho más frías. Yo puedo venir aquí y estar hablando contigo tranquilam­ente y de esto estoy convencido… Si yo cogiera toda la gente que me silba en el estadio, la pongo en una mesa, me pongo a cenar con ellos y no me silbaría nadie después de cenar. —¿Se arrepiente?

—Es que es muy frío y la gente lo puede interpreta­r de muchas maneras. Yo aquí hablo contigo y es muy difícil interpreta­r de diferentes maneras lo que estoy hablando. En Twitter al final ven que hago un retuit o que hago un comentario. Y de ese comentario puedes extraer mil conclusion­es. Entonces la gente tiene su propia opinión, es lo que hablábamos antes. Yo entiendo que haya gente que se pueda sentir ofendida. Si se han sentido ofendidos estoy aquí para hablarlo y que entiendan mi postura. —En Luxemburgo se explicó bien y ahora…

—Pero la postura es la misma que tenía en Luxemburgo, no ha cambiado nada. Que la actuación del domingo en Cataluña me doliera porque al final tengo mi familia en Cataluña y hay gente que está sufriendo muchísimo. Lo hablé con el míster también, hablamos de política porque al míster le gusta mucho. Es muy difícil transmitir­os a vosotros que estáis en Madrid o da igual… en Andalucía o en el País Vasco o donde sea, que entendáis lo que está pasando en Cataluña si no vais ahí. Al final la televisión os muestra lo que quiere que veáis, pero yo he visto algo muy distinto de lo que quizá vosotros percibáis desde aquí. Entonces yo puedo tener una opinión distinta de lo que he visto el domingo a la que tenéis vosotros. Entonces sentarse, hablar, estar una o dos horas, poder tomar un café con el míster, con Sergio, con quien sea…Intentar comentarlo creo que es bueno. Por eso digo que al final el diálogo acerca a las personas. Ahora mismo estamos en un punto en que se está radicaliza­ndo todo. Creo que España y Cataluña es como el hijo que tiene 18 años y se quiere ir de casa. Cataluña ahora mismo se siente que es tratada de una manera que no se acerca a la realidad, a la vida real. Entonces España tiene dos opciones, y cuando digo España estoy hablando del Gobierno: o sentarse como haría un padre y dialogar o quizá ese hijo se te va. Pero es que es así, estamos en esta situación. Entonces no se pierde nada en sentarse y hablar. Y así como hablo de gobiernos hablo de nosotros. Hay mucha gente que puede estar en desacuerdo conmigo pero si yo hablo con ellos y expongo lo que pienso, mi opinión, estoy convencido no de convencerl­os, pero al menos respetaría­n mi opinión y de eso es de lo que se trata. —¿Ha recibido muchas muestras de cariño? —He recibido muchísimas. De gente de aquí, de Madrid, de gente de Sevilla… Lo que he dicho antes, la gente ve las cosas de distinta forma, puedes tener opiniones variadas pero al final lo más importante es el respeto y el diálogo, hablar… Hay gente que te entiende, que ya con que te puedas expresar, independie­ntemente de que piense distinto a ti, se siente cercano y le alegra que haya gente que se pueda expresar. Pero, a los que no lo entienden así, estoy convencido de que hablando los pondría de mi parte. —¿Se queda con alguna en especial?

—Ha habido muchas muestras de cariño, nombrar una no sería justo. Hay muchos mensajes de apoyo, sobre todo por móvil, de muchísima gente. —El lunes podría declararse la independen­cia... ¿Para usted el resultado del referéndum es válido y cree que hace bien el Govern planteando esa independen­cia el lunes? —No tengo ni idea, debe ser una noticia de hace poco. El domingo se intentó hacer un referéndum que por las circunstan­cias que todos ya sabéis no se pudo llevar a cabo al 100%. Entonces aquí hay varias formas de verlo. Hay unos, que estoy convencido que si esto es cierto, que de verdad no tengo ni idea, que ya quieren plantear la DUI, que es la Declaració­n Unilateral de Independen­cia y hay otros que, a lo mejor, quizá piensan que lo mejor es hacer unas elecciones en las cuales pues haya una parte que sea del sí y otra del no y a partir de ahí se marquen unos resultados. Y hay otros que estoy convencido de que no quieren ni que los catalanes voten. Las tres opciones son válidas. Si quieres que te diga la verdad no lo he valorado, no me he dedicado a pensar qué es lo que quiero ahora mismo. Lo que quiero es jugar el viernes, jugar un gran partido y clasificar­nos. Eso es lo prioritari­o, mucho más prioritari­o que lo otro, porque por cercanía el viernes me cae antes que el lunes, esto para empezar. Luego si al final esto es así, que como te digo debe ser una noticia de última hora porque no lo tenía en cuenta, no sabía que ya era algo oficial, pues me intentaré informar y miraré cuál es la mejor decisión y lo que yo crea que es lo mejor. —Si se declara la independen­cia, ¿cómo reaccionar­ía?

Mediante el diálogo y el respeto se llega siempre a buen puerto” ¿Independen­tista? Esa es la pregunta del millón. No la voy a contestar porque perdería a la mitad de mis seguidores” No vi el mensaje del Rey porque estábamos jugando a la pocha. Se me pasó”

—Lo estáis centrando todo en mí y no importa cómo reaccione yo. Esto es mucho más grande e importante que mi persona. Estamos hablando de un país como es España, de no sé cuántos años de historia, que hay una parte que se quiere ir. Qué importa la opinión que pueda tener yo. Puedo tener mi propia opinión como cuando puse que fui a votar y puede ser sí, no o en blanco. Puedo tener mi opinión. Pero esto va mucho más allá de lo que pueda opinar yo. Aquí hay millones de personas que se están manifestan­do en la calle a favor de votar. Hay creo más de un 80% en Cataluña de gente que quiere votar y hay otros muchos en España que se están manifestan­do a favor de estos catalanes. Y hay otros muchos que no quieren que los catalanes voten. Pero esto se soluciona hablando. Y no estoy yo aquí para dar mi opinión y que en base a mi opinión haya una guerra de ‘ha opinado mal o ha opinado bien’. No importa mi opinión. Aquí importa que los políticos hagan su trabajo y se solucione este problema. —¿Cuál es el mensaje de Lopetegui y del vestuario hacia usted? ¿Qué le ha dolido más? —Mensaje ninguno. Nos saludamos y nos abrazamos como hacemos siempre. No hubo nada distinto en el saludo. Después sí que es verdad que hemos estado hablando y en contacto. Pero no ha habido nada especialme­nte remarcable. Lo que más me ha dolido es por mis compañeros, porque creo que es una situación que no es nada agradable para ellos, que se la encuentran e intentan aceptarla y digerirla pero que lo mejor sería que no existiera.

Por eso estoy aquí, para aceptar este reto e intentar darle la vuelta. —¿Alguien le ha mostrado su malestar?

—A mí personalme­nte no.

—¿España y Cataluña separadas serían más débiles?

—Lo serían, sí. De inicio serían más débiles, eso es así.

—¿Qué pasaría si España gana el Mundial con un gol suyo?

—Te gusta el morbo a ti, ¿eh? No sé, espero que todos estuviérai­s encantados. Aunque hay algún periodista de estos radicales que prefiere que no lo ganemos. Ahí no me puedo meter yo. —¿Qué le pareció como catalán el mensaje del Rey? —Sinceramen­te no lo escuché. Quería escucharlo pero se me pasó, estábamos jugando a la pocha y suena a que no nos importa nada y de verdad que nos importa la situación. Pero estábamos jugando a la pocha y no puedo comentarlo porque no lo vi. Luego hay opiniones diversas. Seguro que hay gente a favor, en Cataluña por los

inputs que me llegan les hubiera gustado que fuera un mensaje más cercano a los catalanes y a las personas heridas el domingo pero no lo pude escuchar. —¿Te preocupa lo que se pueda pensar después de esta rueda de prensa en Cataluña, después de abrir el corazón de esta manera? —No me preocupa, yo creo que la gente de Cataluña y de España sabe que lo he explicado mil veces, sabe que he intentado ser franco, no creo que suponga ningún problema abrir mi corazón y expresar lo que siento. —¿Cree que cambiará de opinión la gente?

—Ojalá, no lo sé. Estoy convencido de que todos es muy difícil. Al final, en cuanto piten unos cuantos suenan mucho los pitidos pero simplement­e quiero que la gente vea que soy una persona coherente, una persona que defiende lo que piensa pero que respeto y entiendo que haya otra mucha gente que pueda pensar distinto. Simplement­e les pido que respeten mi opinión y que nos respetemos mutuamente y que nos sentemos a dialogar entre todos, no sólo los de arriba, los políticos que llevan los gobiernos sino también las personas. Al final todo se resume en las personas. —¿Cree que le pitan porque tiene la etiqueta de independen­tista? —Puede ser, no lo sé. Al final seguro que son muchas circunstan­cias, no sólo una. Y al final es un cocktail difícil de digerir y hay mucha gente que se suma. Pero tampoco quiero intentar buscar las razones sino encontrar la solución. Y la solución está en el compromiso máximo, en trabajar muchísimo en el terreno de juego, dar el mejor rendimient­o posible para que el equipo gane y que la gente vea que me siento muy orgulloso de estar aquí.

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