El Rayo crece en Vallecas y golea al más goleador
La pegada de los de Míchel noqueó a un débil Valladolid
En Vallecas todo puede pasar. Incluso que el equipo más goleador de toda la Segunda termine goleado y que el pichichi Mata apenas rematara una vez durante todo el encuentro. El Valladolid tuvo el balón (64,5%, por 35,5%) y el Rayo, la pegada (Masip sólo hizo una parada y terminó siendo el 2-0). Los franjirrojos volvieron a ganar en casa y dieron un brinco en la clasificación, donde los pucelanos no sólo no dan caza al liderato sino que se caen del playoff. Está todo muy apretado por allá arriba.
Salió lanzado el Rayo y suyas fueron las primeras tentativas, Fran Beltrán mediante, ante un Valladolid descafeinado en el arranque. Así, desperezándose, le pilló el 1-0. Trejo le robó el balón a un despistado Borja Fernández para servírselo al correcaminos Embarba, que definió desde la frontal. No se hizo esperar la respuesta rival. Algo que permitió al guardameta Alberto encadenar dos buenas intervenciones: primero ante Mata y después a un disparo de Ibán Salvador.
No estaba el partido para quitar la vista ni un solo minuto. Un pestañeo y cayó el segundo. En un eléctrico contragolpe, que cogió descolocada a la zaga blanquivioleta, Unai dejó a Trejo en un mano a mano que se llevó Masip, aunque el argentino cazó el despeje y marcó desde el flanco izquierdo. Ya van cinco dianas en este arranque de temporada.
La posesión caía del lado pucelano, pero cada arremetida local ponía el ‘uy’ en la grada. Los de Míchel tenían las riendas, se gustaban y el Valladolid era un juguete en sus manos. Una nueva contra rayista terminó con el clarísimo penalti de Ibán (ni lo protestó) sobre Unai --el Rayo es el equipo al que más le pitan y ha hecho pleno: cuatro de cuatro--, transformado por De Tomás. El delantero dio la puntilla a su ex y firmó su segunda diana vistiendo la elástica franjirroja.
El Valladolid abrió los ojos tras el descanso. Luis César hizo un doble cambio para espolear a los suyos y surtió efecto, de hecho recortaron distancias. Toni Villa
(uno de los más notables en las filas visitantes) dribló a Álex Moreno, después de un saque de banda, y centró a Óscar Plano, que la puso junto al palo. Una volea inalcanzable para Alberto. Este gol zarandeó a los visitantes, de nuevo dueños del esférico. Durante esos minutos, el Valladolid creyó en la remontada y el Rayo sofocó esos pequeños incendios.
También Míchel movió ficha para evitar cualquier susto: tiró de Abdoulaye para blindarse atrás (tres centrales) y controlar cualquier peligro por arriba. Villalibre lo intentó desde lejos, pero su lanzamiento se marchó desviado. Ahí es cuando el Rayo finiquitó el choque ante la falta de ideas en ataque de los vallisoletanos. Ideas que, por contra, siempre le salieron bien al Rayo. Sirva como ejemplo el 4-1. Alberto sacó el balón en largo, peinó Aguirre (en la primera que tocó) y Embarba, solo ante Masip, amagó y sentenció. Se llevó un doblete y el reconocimiento de la parroquia vallecana.
La Franja sigue creciendo en Vallecas, donde encadena dos victorias y se acerca a la zona de playoff, y el Valladolid menguando lejos de Zorrilla, ya son ocho puntos los que se ha dejado en sus viajes. Los dos últimos, a Huesca y Madrid, se cuentan por derrotas.
Balón
El Valladolid tuvo un 64,5% de la posesión durante el partido A domicilio Se han dejado ocho puntos lejos de Zorrilla; encadenan dos derrotas