“Hemos sido líderes desde el ejemplo”
As reunió a Godín y a Perea, los dos extranjeros con más partidos
Cuando uno observa conversar a Godín y a Perea aún parece que lo hacen dentro del vestuario. Hay sintonía, cariño y comparten las mismas convicciones, las que les han llevado a leyendas del Atlético. Esos principios les han permitido aparecer en el libro de historia del club colchonero.
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Llegó la hora de que Perea le entregue el relevo a Godín como el extranjero con más partidos en la historia del Atlético…
—Perea: Diego y yo ya lo veníamos hablando. Le decía “Ya te queda poco” y él me contestaba “Tranquilo, no vaya a ser que pase algo”. No hay candidato mejor para entregarle este honor, ya se lo dije un día a él. Es el mejor para recoger el testigo, lo he tenido como compañero y lo he sufrido como rival. Vivimos cosas muy bonitas juntos. Somos muy parecidos. Gente alegre y comprometida. Le doy mi enhorabuena, espero que no sean 314, que llegue a 500. Que siga engrandeciendo Perea su figura en el Atlético. —Godín: Para mí es un orgullo enorme relevar a Perea, al que admiro y al que tengo un grandísimo cariño. Todo el mundo sabe lo que ha dado y lo que quiere a este club. Es una leyenda. —¿Impresiona ver los nombres que quedan detrás? Pedazos de historia como Griffa, Madinabeytia, Futre...
—G.: Sí. Ya nadie pone en duda el sentimiento que nosotros tenemos por este club. El compromiso de Perea y el que yo mantengo. Pero nuestra cifra resume también lo que está siendo el club en estos últimos años. La estabilidad institucional y deportiva. Eso ha hecho que haya facilidades para que los jugadores puedan quedarse y para que el club pueda retenerlos. Para nosotros no ha sido fácil mantenerse ni jugar siempre. Que vayan pasando entrenadores y que siempre juegues. Eso habla de nuestra profesionalidad. —¿Qué tiene el Atlético para que los haya enganchado así?
—P.: Te contagias de todo ese cariño. Cuando la gente te lo da, no se ahorra nada. Y cuando te lo dan, quiere decir que te has dejado la piel. Cuando hay un reconocimiento, más allá de hacerlo bien o no, sienten que te identificas con esos colores y eso es lo que la gente valora. Los números son fríos, nosotros pasamos, pero lo que queda es el recuerdo. Yo me marché del club, ahora he vuelto y sigo recibiendo mucho de ese cariño. Eso significa que lo hice bien. Hubo otros que pudieron estar más o ganar más, pero a lo mejor no tienen el cariño que desearían. El orgullo es ese, el aprecio. —¿Cuál es la clave para estar tantos años seguidos en el mismo club de la élite?
—G.:
Es fundamental cuidarse, entrenar y no perder el hambre. Llevo muchos años aquí y lo principal es mantener esa ilusión por progresar. Hay que aspirar siempre a un paso más. Luego si no te cuidas, llega un momento en el que te caes. Nosotros llegamos y siempre fuimos a más. —Los dos han coincidido en una etapa de crecimiento tras una oscura. La vuelta de los títulos. —P.:
Yo llegué en una época dura y difícil para el club. Nos estábamos reponiendo de un descenso. Económicamente y deportivamente no se vivía la mejor situación, pero hemos sido capaces, con muchas dificultades, de competir. Diego entra en esa etapa donde el club empieza a llegar a los títulos. Y con Simeone todo se estabiliza. Todos hemos sido importantes. Los que nos tocó vivir una etapa dura y los que han estado capacitados para llevar al club a un nivel importante. Como dice Diego, es fundamental tener hambre. Ojalá no pare este crecimiento y Diego siga extendiendo su leyenda. —Ambos salieron muy jóvenes de su país, para crecer fuera. No ha sido un camino de rosas.