Confirmado: Rodrigo ya da la talla

El Villarreal tiene un (maravilloso) problema que exigirá una solución. Pese al 1-1, necesita a Bruno, el jefe que lleva de baja varios meses, pero a la vez tendrá que hacer piruetas para volver a encajarlo en el once en noviembre. La culpa es de Rodrigo, un mediocentro al que permitió debutar Marcelino, al que hizo fijo Escribá y al que Calleja perfecciona. Su personalidad ante el Atlético impresionó, aunque tiene 21 años y estuvo solo por delante de la defensa, con la responsabilidad que entraña hacer funcionar a un rombo que parecía descatalogado. Su madurez importa más que un punto. El resultado es circunstancial. Su poderío reinará en los próximos diez años.

Rodrigo tomaba la alternativa ante la que pudo ser su afición. Perteneció a la cantera colchonera y fue despreciado porque, físicamente, dicen que no daba la talla. El internacional supera ahora los 190 centímetros, se mostró como un coloso en un escenario imponente y pareció un gigante ante Gabi, corriendo lo suyo y lo de Soriano. Curioso, porque si está donde está es por no haberse agrandado. Calleja sabe que el puesto de Bruno es innegociable, pero es consciente de que no puede frenar a Rodrigo ni tocar a Trigueros. Así, no descarten otro cambio de sistema que junte a todos. Una opción la de revolucionar el dibujo que sólo fuerzan los verdaderos jugadores de altura.