El increíble Valencia, ante un Espanyol de bandera
Zaza llega mermado a Cornellà, que se engalana
Sólo seis meses han pasado desde que un Valencia con más derrotas que victorias visitaba a un Espanyol que le superaba inmensamente en puntos y felicidad. Hoy las tornas han cambiado. Llega a Cornellà un conjunto che invicto, ilusionado y como primer perseguidor del líder, un Barcelona que se sitúa a siete puntos tras su victoria de ayer en Leganés. Y lo reciben cariacontecidos los pericos, irregulares, con más necesidad que certeza de un triunfo hoy para levantar el vuelo de una vez.
Entre el Día del Niño, el reparto de banderas blanquiazules y otros métodos para combatir la ansiedad cumple hoy Quique Sánchez Flores 50 jornadas al frente del Espanyol. Muchos menos, únicamente 11, ha necesitado Marcelino para obrar la metamorfosis del Valencia, dicho sea de paso en la tercera intentona de Peter Lim y con una inversión, solo este verano, diez veces mayor que la de los pericos: la seguridad de Neto, el motor de Kondogbia, el talento de Guedes y el olfato de Zaza. El italiano ha perturbado el estado de optimismo che durante la semana: no participó de la debacle mundialista azzurra por una rotura parcial de menisco.
Regresa Duarte. Aunque Rodrigo también es sinónimo de gol, resulta importante la presencia de Zaza, pues suma él solo los mismos que todo el Espanyol, monopolizados por Gerard, Baptistao (a quienes Marcelino dirigió en el Villarreal) y el exvalencianista Piatti. Sin embargo, el vacío de Quique para hoy radica en la defensa: aunque Óscar Duarte regresa a la convocatoria tras ocho meses de lesión, Naldo suplirá al sancionado Hermoso.
Mirará de reojo el Valencia al próximo partido, ante el Barça en Mestalla. La gran prueba del Espanyol es hoy.