Goffin aparta a Federer de la final del Masters
El belga ganó al suizo y se enfrentará hoy (19:00, MD2) a Dimitrov
Todo estaba preparado para celebrar la undécima final de Roger Federer en el Masters (o la décima si se tiene en cuenta que no jugó la de 2015 contra Djokovic por lesión). Pero en la fiesta se coló un outsider con quien nadie contaba y que se benefició inicialmente de la lesión de Rafa Nadal para meterse en semifinales. Una vez ahí, ayer ganó al suizo contra todo pronóstico. Es David Goffin quien, yendo de menos a más, sacó ese “algo distinto” que había dicho en la previa que necesitaba para tumbar al número dos del mundo: 2-6, 6-3 y 6-4 en una hora y 45 minutos.
Es el primer belga que alcanza el partido por el título de las ATP Finals que se disputará hoy (19:00, MD2), y en el que se enfrentará a Grigor Dimitrov, primer debutante que lo juega desde David Ferrer en 2007. El búlgaro remontó y se impuso al estadounidense Jack Sock por 4-6, 6-0 y 6-3. Llega invicto, con las mejores sensaciones de juego y un balance favorable de 4-1 ante un rival al que arrasó hace cuatro días en la fase de grupos (6-0 y 6-2).
Federer, seis veces campeón del Masters, no encontró respuesta al ataque y la defensa de Goffin desde el segundo set y no fue capaz de arañarle una sola rotura de saque en diez juegos. Goffin ha pasado de jugar un solo partido como reserva el año pasado a meterse en la final. Hasta ayer, había perdido seis veces contra el helvético en otros tantos enfrentamientos. Federer tenía un alto porcentaje de efectividad en los sets definitivos, el mejor de los ocho maestros (84,6%), y lucía un balance de 14-1 contra top-10. Fríos datos que no le ayudaron esta vez.
El partido no empezó bien para Goffin, que perdió su saque en un largo primer juego. El set se le hizo cuesta arriba y encajó otro break que ya le puso en bandeja el parcial a Federer. Pero al Genio de Basilea no se le veía imperial. Otros duelos había sabido manejarlos con inteligencia, pero la respuesta del belga se le atragantó. Este sacó el coraje que no se le había visto ni siquiera ante Nadal y que sí asomó contra Thiem.
Sin muchos alardes, restando bien, fallando menos que el suizo (36-27) y controlando sus servicios, se llevó la segunda manga con una rotura en el cuarto juego y otra en el tercero del parcial decisivo. En ambos casos cerró bien sus saques y no se esforzó en los que le quedaban a Federer. Así, con más tranquilidad de la esperada y salvando una bola de break en cada set, alcanzó la gloria de un triunfo que ni se creía. El segundo ante un número uno (ahora dos) en menos de una semana tras vencer a Nadal, algo que no conseguía nadie en el Masters desde Davydenko en 2009, cuando superó a los mismos.
“Es decepcionante acabar así, pero el año ha sido asombroso. Lo que ha sucedido no es importante comparado con todo lo que he hecho. Estoy muy feliz”, cerró Federer. Goffin, eufórico: “Es el mejor triunfo de mi carrera. Juego la final y he de salir a por el trofeo”.
Remontada Dimitrov ganó a Sock por 4-6, 6-0 y 6-3 Federer “Es una decepción; pero el año, asombroso”