El Espanyol pone el fútbol y el Valencia, los récords
Kondogbia y Mina hacen historia: ocho triunfos seguidos
Lo intentó por todas las vías posibles el Espanyol, al que solo le faltó cortar la luz de Cornellà para sorprender al Valencia. Alineó Quique por primera vez a Sergio García, quejoso hace unos días de que solo jugaba “ratitos”, y entre el del Bon Pastor y Gerard Moreno, superlativos, anularon en casi todas las fases a un Valencia sin Zaza, Guedes ni Soler de entrada.
Quienes sí jugaron fueron Kondogbia, autor del gol 400 en Cornellà-El Prat, y Santi Mina. Dos acciones aisladas les bastaron para que los ches sumen ocho victorias consecutivas en LaLiga por vez primera en su historia, para asomarse al récord de 13 jornadas invictos de Benítez y, sobre todo, para seguir asombrosamente segundos y la estela del Barcelona, a solo cuatro puntos, y próximo rival en Mestalla.
El partido fue un juego de engaños. Entró como enchufado el Espanyol, que no lo materializó en ocasiones, y a los siete minutos se hizo el Valencia dueño de la iniciativa, lo que tardó Pereira en probar a Pau. La posesión y la seguridad visitantes ya hacían presagiar el triunfo, y más cuando Baptistao se lesionó al cuarto de hora. Pero la entrada de Jurado desperezó a los pericos, quienes por momentos fueron un ciclón. Avisó Piatti en un contraataque, pidió penalti Aarón por un derribo de Montoya y pusieron en aprietos David López y Sergio García a Neto, antes de que se sucedieran dos chuts al palo, de Gerard Moreno y Darder. Tremenda producción ofensiva de los blanquiazules.
Expulsión. Bajaron las revoluciones en la reanudación, aun con el Espanyol todavía mandando y disponiendo de más ocasiones, como la incomprensible cesión de Lato que desactivó Neto ante Sergio, o el momento de tensión por la lesión de Murillo, cuyas protestas desembocaron en la expulsión de Marcelino. Noqueado parecía el Valencia cuando Kondogbia recogía un rechace en la frontal para, con un zurdazo y de rosca, batir a Pau. Y noqueado estaba ya el Espanyol cuando Mina aprovechó un error de Víctor Sánchez para anotar el definitivo 0-2.