Barreiro, al inicio, y Uche, al final, ganan el encuentro
Los sorianos perdieron su segundo partido en Los Pajaritos
Segunda derrota del Numancia en casa, en esta ocasión ante el Nàstic de Tarragona que coge oxígeno gracias a los goles de Barreiro y Uche. Todavía estaban ocupando sus butacas cuando los aficionados vieron como los tarraconenses se adelantaban en el marcador. Barreiro lanzó un fuerte disparo desde fuera del área que dio en la cruceta y el propio delantero recogió el rechazo batiendo a placer a Aitor. Que los defensas del Numancia no estuvieran atentos provocó el primer tanto del partido. Pero los locales supieron contrarrestar. Un córner sacado por Dani Nieto fue directo al primer palo a media altura con la suficiente rapidez para que, precisamente Barreiro, fuera actor involuntario del gol soriano. 1-1 en el minuto seis.
Los de Arrasate fueron fieles a su estilo en casa, presión arriba que dificultaba la salida del balón rival y jugadas siempre con los hombres de banda. El Nàstic alternaba situaciones de ataque, bien buscaba a Uche y Barreiro con balones largos, bien intervenía Tejera organizando. Pero si hay alguien que organiza y que se ha convertido en pieza fundamental en el Numancia es Íñigo Pérez. El ‘Karajan’ navarro dirige, interviene y ordena en todas las acciones ofensivas de los suyos. Su presencia en el once es, ahora mismo, fundamental. Manu del Moral quiso lograr el gol de la jornada disparando desde casi su banquillo, y pese al buen golpeo de exterior, el balón se marchó fuera.
Tras el descanso se vio otro partido. Como si de una careta se tratara, los dos conjuntos se mostraron de forma muy distinta. El cambio de Rodri en los suyos surtió efecto. Adelantó a Xavi Molina unos metros y situó en el centro de la zaga a Suzuki y Perone, pasando Abraham al lateral. Ese movimiento frenó las embestidas locales. El Numancia no tenía claridad. Torpes pases, malos controles y ausencia de juego por banda. El dominio del balón fue del Nàstic, aunque sin peligro. Cuando todo hacía indicar que el partido acabaría en tablas, un error garrafal de Dani Calvo condenó a los suyos. El central se confió a la hora de controlar el balón, el cuero pasó por debajo de él y Uche, muy atento, no desaprovechó el regalo.