Alonso, 113 vueltas camino de Le Mans
El piloto asturiano completó más vueltas que nadie a Bahrain en su primer día de test con el LMP1 de Toyota, el equipo con el que competirá en la legendaria carrera francesa en busca de la Triple Corona
Tarta. ¿Chocolate? Ese fue el postre de Fernando Alonso en Toyota, caseta del equipo en Bahrain, junto a las palmeras que decoran el trazado de mentira en medio de un país en el que pasan otras muchas cosas, pero ese no es el caso... La cosa, y ahora estamos hablando de deporte, una vez más, es que el asturiano tenía una tarta buena para poder endulzar el momento, aunque se supone que comería algo de fruta, dieta de atleta. Lo que fuera le sabría bien, en cualquier caso, porque ayer fue un día histórico para su carrera deportiva, el día en el que puso el primer pie en su intención de ganar las 24 Horas
de Le Mans. Ya saben, aquella Triple Corona de la que habló el bicampeón de F1 por primera vez en una entrevista con este medio en abril de 2016.
Alonso en Bahrain, probando el Toyota con el que pretende ganar la próxima edición de la carrera francesa. Decíamos el viernes (o hace una semana) que estaría el genio astur en el circuito del desierto con el coche japonés y allí estuvo ayer dando sus primeras vueltas en el comienzo del sueño. Fue por la mañana cuando el asturiano, después del meeting de pilotos, se subió al coche y dio unas cuantas vueltas al trazado de Sakhir para aclimatarse, aunque después siguió y siguió hasta completar 37 en la sesión de la mañana, el que más rodó de todos los pilotos de la máxima categoría, aunque con el peor registro. No se trataba de eso, sino de ir cogiendo sensaciones, eran tandas largas con mucha gasolina.
Pascal Vasselon, director técnico de Toyota, valoraba de manera positiva al español: “Tardó cuatro vueltas en estar bien con el coche, después hizo pruebas de neumáticos. Fue un buen día. Creo que Fernando completó más de 100 vueltas, que son más que las de un fin de semana de Fórmula 1”. Con sus vueltas de la tarde sumó en total 113, más que nadie en toda la jornada, y terminó a 2.7 del mejor LMP1, de Porsche, y a ocho décimas de su compañero de test con el Toyota número 8, Sebastien Buemi, uno de los pilotos más reconocidos de la especialidad en la actualidad. Recordemos que los tiempos de estos coches son similares a los que hace un Fórmula 2 en esta pista, lejos de la velocidad de un F1, aunque con otras sensaciones imponentes. Alonso se quedó lejos de mejor tiempo a 2,7 segundos de
Bernhard, pero el día debía ser solo de aclimatarse al Toyota
TS050, bestia de mil caballos. El asturiano había empezado poco después de las diez de la mañana con un mono blanco con algún detalle en azul y el casco con la bandera de España y Asturias, como es norma. Había que tener mucho cuidado con exhibir a patrocinador alguno, ya es mucho que esté probando un Toyota de neumáticos Michelin con un contrato en vigor con Honda y las gomas
Pirelli, pero... es algo parecido a lo que ya hizo en diciembre de 2006, cuando pilotó por primera vez ese McLaren F1 siendo piloto de Renault. Fernando. Alonso y sus sueños... Triple Corona. Mientras Graham Hill observa desde el cielo.
Buemi El titular del Toyota fue ocho décimas más veloz