Rubia les abre el fuego contra Vi llar
Luis Rubiales, abogado, exfutbolista y desde ayer expresidente del sindicato de los mismos, anuncia que aspira a presidir la Federación. Es el primer personaje que sacude el ‘impasse’ en que estamos desde que la UCO se llevó a Villar y el CSD le suspendió. Desde entonces hemos vivido una situación confusa, en la que ha reinado con equilibrio Juan Luis Larrea, presidente de la Guipuzcoana, tesorero tantos años con Villar, siempre todos a la espera de que éste dimitiera. Sus mejores amigos se lo recomiendan. Pero él se ha mantenido en sus trece. Ahora, el jueves, se cumplen seis meses de su elección y ya cabe una moción de censura contra él. Lo que ayer anunció Rubiales fue su voluntad de instar y encabezar esa moción de censura. Se trata, según norma, de moción de censura ‘en positivo’, es decir, que incorpore el nombre del sucesor, y a eso opta Rubiales. Para presentarla necesita 47 votos, un tercio de la asamblea, que son 139. Para ganarla necesitaría mayoría absoluta, 70, gracias a un reciente recurso del CSD para suavizar la fórmula previa, que exigía dos tercios. El CSD ha sufrido con esta penosa transición, en la que Villar ha seguido yendo a su despacho cuando le ha placido, hasta que le pusieron un candado en la puerta. Un horror que avergüenza a todo el fútbol. ¿Y si de aquí al jueves dimitiera Villar? Pues no habría moción, sino elecciones a las que podría presentarse cualquiera. La otra salida sería que el CSD sacara adelante su recurso de revisión ante el TAD para anular las elecciones, repetirlas y que una nueva asamblea, limpia de todos los vicios y sospechas de la que ahora existe, votara presidente. Todo cabe aún. De momento, lo que hay es este paso de Luis Rubiales, hasta hace poco duro sindicalista con adicción a las huelgas, ahora decidido a ponerse el traje de hombre de acuerdos y mirada amplia. Tiene a Tebas en contra, pero lo que necesita son 70 votos de la asamblea.
“...TEBAS EN CONTRA, QUE NO ES POCO, PERO LO QUE NECESITA SON 71 VOTOS...”
éste decidiera dimitir, habría elecciones a la presidencia, ya que Larrea no sería candidato único y tendría a Rubiales como rival (“Me presentaría”). Tampoco ve Rubiales con temor a Tebas, afín a Larrea, pese a que le comparó con el Inspector Ga
dget por recoger avales a escondidas (“A veces me quiere criticar y me hace la campaña...”). Ni le preocupa que el resultado de las elecciones estén en el TAD y en el contencioso-administrativo tras los recursos del CSD, Jorge Pérez y Óscar Garvín (“No le veo fondo jurídico”). Ni siquiera desvía la atención que algunos piensen que su decisión de dejar AFE es una huida hacia adelante por la moción que estaban promoviendo contra él en 2ªB y Tercera.
A Rubiales se le ve seguro: “La FEF es un Miura, pero estoy convencido de que tengo el apoyo mayoritario. He dado este paso por responsabilidad y porque me lo han pedido. Sé que hay gente muy poderosa en este país a la que no intereso, pero hay gente del fútbol que me quiere ver ahí. Yo confío en la nobleza y por eso seré presidente. No soy dudoso, en AFE limité los mandatos y no estaré en la FEF 29 o 30 años”.