El fútbol sobrevive al otro lado del muro greco-turco
Chipre del Norte, comunidad turca, no existe para la FIFA
Nicosia
es dos capitales en una. El histórico conflicto entre greco- chipriotas y turco-chipriotas cristalizó en 1983 con la fundación de la República Turca del Norte de Chipre, estado sólo reconocido por Turquía y que ocupa el tercio norte de la isla. Y en Nicosia vive el conflicto en calma tensa: la Línea Verde, zona desmilitarizada y controlada por la ONU, divide los dos territorios y cruza la capital chipriota. Se trata de una convivencia complicada; no hay conflicto real, pero las heridas del pasado no sanan. “Nada se conquista sin sacrificio, ni la libertad sin sangre”, reza un letrero en el lado griego de la Línea Verde, vigilado por militares que prohíben fotografías a los curiosos.
Una divergencia territorial de perfil bajo, pero un muro al fin y al cabo, como el que Trump pretende imponer a México. Y una división en la que el fútbol ha aflorado, pese a la ausencia o el mal estado de las instalaciones: el Norte de Chipre cuenta con federación ( la KTFF, no reconocida por FIFA) y selección. Forma parte de la CONIFA ( Confederación de Asociación de Fútbol Independiente) y sus intentos de normalización con la FIFA han sido bloqueados por el gobierno chipriota. La KTFF organiza tres divisiones de Liga, varias ligas de promoción, otra Sub- 15 y una femenina.
Solución. “La solución pasa por un pacto entre ambas partes, un reconocimiento de ambas i dentidades, pero no es lo que la clase política está promoviendo. La esperanza que tenemos es poder jugar partidos con normalidad, como la FIFA ya concedió hace años ( un permiso para jugar amistosos), aunque lo suspendió a los cinco días”, explica Ismet Gaziler, secretaria general asistente de la KTFF. Mientras, en Chipre del Norte, el fútbol subsiste en l as calles, sigue vivo en el espíritu de los niños, y busca su sitio, rezando por un acuerdo todavía lejano, víctima de las rencillas del pasado...