“Si no ganas, pasas de ser Dios a Satanás”
El máximo responsable de la plantilla blanca repasó los temas que rodean a su equipo, comprendiendo los temores y asumiendo la situación en la tabla. Seguro de mejorar, expresó su bienestar en la capital leonesa y el respaldo que tiene del club y la ciudad
—¿Había estado tanto tiempo sin ganar? —Nunca. Al contrario. Si por algo he atravesado es por momentos diferentes, encadenar muchos partidos ganando y algún empate. Creo que esto es lo normal dentro de una realidad profesional y en esta categoría en particular. —-¿Su equipo juega bien o es vistoso?
—La Cultural juega bien, no vistoso. Mi objetivo no es jugar para que otros aplaudan y sí para ir generando estabilidad en el rendimiento y para ganar. En estas propuestas cuando ganas eres el referente y cuando no, eres el sospechoso. Ha ocurrido en equipos de élite y ni lo voy a cambiar ni lo pretendo. ¿Por qué? Porque solo miramos al resultado y dentro de ese resultado hay un proceso previo e infinidad de comportamientos que te van permitiendo o impidiendo. —¿El del Alcorcón es un partido de inflexión?
—Los puntos de inflexión tienen más que ver en la cabeza del jugador. Para mi solo cabe jugar bien o mal. Sí es cierto que el combustible emocional existe y, tal vez, un partido como el del domingo puede ser considerado como un punto de inflexión. Sería sumar veintiún puntos y es tan bonita esta categoría que nosotros aún podemos aspirar a todo —¿No ha encontrado su once ideal?
—No busco once ideal y sí un once idóneo para cada partido. Alineamos en relación a cómo queremos competir y a todo aquello que queremos mostrar. Algunas veces coincidirá y otras veces no será así. No se trata de cambiar por cambiar. —-Dígame un aspecto mejorable del juego de su equipo.
—Una mejor gestión de los contraataques, reconocer cuando acelerar las jugadas, descentralizar las contras del rival en pérdidas no previstas… —-¿Está conforme con la extensión de plantilla?
—Mis plantillas siempre son los mejores. Me importan muy poco los presupuestos y plantillas rivales. Es suficiente para conseguir lo que pretendemos. —-¿Se puede mantener a jugadores como Bouy y Antonio Martínez sin jugar? —Va a depender del jugador. Si por algo me caracterizo, es porque un jugador pasa de estar no convocado a ser titular al día siguiente. ¿Bouy? Espero que gane en importancia. En esos espacios los más habituales son Yeray, Mario y Señé, que también viene de Primera. —-¿Qué jugadores han crecido notablemente?
—Ha dos casos evidentes. Rodri ahora se ve obligado a hacer previamente otras cosas por el bien del equipo y a no pensar el partido solo cuando puedes hacer gol. Cuando sientes que eso te acaba beneficiando a ti porque te da mas opciones en el juego y te da mayor posibilidades de finalización, llega el cambio. El otro caso es Albizua. Es el responsable de su evolución. Se toma mucho tiempo y mejora a los jugadores que están por delante de el. Ahora lo ves y sí parece central “made in” De la Barrera. —-¿Le ha sorprendido León? ¿Está el ambiente enrarecido?
—Ya lo conocía y no solo en la parte tan buena. No lo noto enrarecido. Hay que contextualizar. Es un club que anhelaba el ascenso y se encuentra con ello. Se va generando una sensación de idealismo importante. Ahora llegar a pensar que puedes perder la categoría, genera una irritabilidad importante. Los nervios están a flor de piel y ocurre en todos los sitios, pero aquí con esa particularidad. —-¿Se siente igual de querido y respaldado?
—La realidad es que el año pasado te hacían sentir Dios y este año te siguen agradeciendo y te piden seguir ganando. Cuando no ocurre, pasas de ser Dios a ser Satanás. Me parece algo normal. Ello se ve acentuado por el miedo a no mantener lo logrado.