El Gran Canaria paga los platos rotos del Madrid
Destacó Doncic Rudy y Tavares marcaron diferencias de salida
El Madrid salió a pista dando dentelladas en defensa en el 28º aniversario de la muerte de Fernando Martín. Quería lavar su imagen tras caer ante el Estrella Roja. Al descanso ya vencía por 17 y sigue líder en solitario. El viernes, el Olympiacos.
Era 3 de diciembre y el Palacio volvió a honrar la memoria de Fernando Martín. Van ya 28 años. El Madrid estuvo a la altura deportiva de su leyenda, el único jugador en la historia del baloncesto blanco cuyo dorsal, el 10, está retirado en las alturas.
Los de Laso salieron al parqué a dentellada limpia, escocidos por la derrota ante el Estrella Roja, la quinta en la Euroliga en los últimos seis partidos. Querían lavar su imagen europea y tiraron de actitud para la puesta en escena. “Serios y sólidos” para empezar, resumía Laso, mientras que Casimiro deslizaba alguna queja por el criterio arbitral, que según él beneficiaba la pujanza defensiva local.
Rudy y Tavares fraguaron la victoria de inicio. Perfecto el alero (triples y entradas) y demoledor el pívot yendo a buscar el aro con más ahínco en las continuaciones e intimidando (cuatro gorros). El primer cuarto sirvió para presentar la trama y el segundo para resolverla. La brecha era ya de 17 puntos al descanso tras dos triplazos consecutivos de Doncic y buenas acciones previas de Randle y Carroll. Pasecniks, un 2,16, era incapaz de sacar ventaja frente a Maciulis. El Granca extraviaba demasiados balones (20 al final) y el líder liguero culminaba así con transiciones cómodas muchos de sus ataques.
El conato de reacción que Oliver montó (64-50) lo echó por tierra Doncic (y ayudó Thompkins). Seeley se picó con él, manotazo incluido del americano y una técnica para cada uno. La respuesta del esloveno puso el +20 en el WiZink Center. Sus compañeros elevaron la diferencia a 27 (89-62) antes del bocinazo.
Hacía ya tiempo que todos pensaban en otra cosa, en Europa principalmente. El Granca en la Eurocup y el Madrid en una visita de las que indigestan, al Olympiacos en la vuelta de Spanoulis a la competición. “Estuvieron muy fuertes atrás”, reconoció en el cierre Casimiro. Por ahí se empieza, los cimientos para levantar un equipo con aspiraciones. Ambos tomaron nota, aunque solo el Madrid dio ejemplo. Las Ventanas no le han sentado bien al Granca.