Honda fue el peor motor seguido de... Renault
Los japoneses tuvieron la unidad de potencia más frágil del Mundial mientras el fabricante francés, que suministrará al equipo de Fernando Alonso en 2018, terminó muy lejos de Mercedes y Ferrari
Es bajito, alrededor del metro sesenta de estatura, moreno, siempre bien peinado, amable, educado y... la gran esperanza de Fernando Alonso para 2018. Se llama Remi Taffin, ingeniero francés de la Escuela de Técnica Aeronáutica y Construcción del Automóvil (ESTACA) y máximo responsable de los motores Renault.
Según cuentan los que saben, en la fábrica de Viry Chantillon, donde se construyen las unidades de potencia galas para la Fórmula 1, están trabajando a pleno rendimiento y han recibido una importante inyección de dinero para mejorar el propulsor. La inversión es clave en este negocio. Y en esto caso necesaria porque Renault terminó la temporada como el segundo motor más frágil y menos potente del deporte por detrás, claro está, de Honda. Así que nuestro protagonista pasa del peor al segundo peor propulsor.
Así es en teoría, pero veremos qué pasa en 2018 cuando desde Renault prometen dar un paso adelante, entre otras razones porque llevan buena parte de la pasada temporada haciendo pruebas con la nueva máquina. Este año, sin embargo, han tenido muchos problemas, sobre todo con la unidad MGU-H, el generador de energía calórica a partir del turbo del motor. Han tenido que utilizar 44 en total, con nueve por cada uno de los pilotos de
Toro Rosso. Pero además, todos los pilotos motorizados por Renault (Red Bull, Toro Rosso y el equipo oficial) han sobrepasado el máximo permitido de cuatro para cada una de las piezas de la unidad de potencia. Solo los motorizados por
Mercedes (excepto Hamilton) y Ferrari (sin contar a Vettel) se han quedado en los cuatro permitidos. Y en 2018 el límite sin penalización baja a tres.
Otra cosa fue Honda. Un total de 23 unidades empleadas sólo con el turbo y el MGU-H, ambas relacionadas en su funcionamiento, con 12 para Vandoorne y 11 del asturiano. Pero también 19 motores de combustión, el tradicional. Y 17
MGU-K, 14 baterías y 13 centralitas. Fragilidad hasta el final de temporada. En 2018 los nipones prometen evolucionar ese propulsor y no empezar de cero como este año. Pero eso ya será cosa de otros pilotos.
Este año Alonso ha sufrido con cerca de 90 caballos menos que el resto. Y el Renault tenía unos 40 menos. En 2018 esperan que cambie la situación. Remi Taffin también...