Las Palmas deja regalos en Getafe antes de la Navidad
Errores defensivos en los goles y Rémy falló tres claras
Fue un partido divertido, con múltiples ocasiones de un lado y otro, y en el que Las Palmas demostró ser un equipo uniforme: falla lo mismo en ataque que en defensa.
Ni Getafe ni Las Palmas se habían arrimado al área cuando el primer disparo se convirtió en gol. Fue en un saque de esquina rematado de cabeza por Cala. A la autoría del gol, aparte del acierto de Cala, hay que concederle la misma importancia a la pasividad de Ximo Navarro: ni saltó, se limitó comprobar lo bien que cabecea Cala cuando nadie le molesta.
Como el fútbol son idas y vueltas la siguiente ocasión correspondió a Las Palmas (12’), pero el pase filtrado de Jonathan Viera a Rémy acabó en lamento. El francés, al borde del área, inició la jugada quitándose a Djené con un recorte, pero cuando tuvo toda la portería para él incomprensiblemente lanzó fuera.
Del 1-1 se pasó al 2-0 en el 15’ debido a un error infantil de Javi Castellano, que en su intento de despejar el balón se lo dio a un contrario. Amath se limitó a empujarlo.
Las Palmas demostró ser un equipo con una capacidad infinita para cometer pifias. En el 29’, de nuevo Rémy remató fuera al recoger un rechace de Guaita a disparo de Calleri, tras meritoria jugada de Oussama. El partido parecía un futbolín, con la pelota de área a área. Ocasión de Damián (32’) tras dos recortes, y una polémica de Molina (39’), quien no pudo rematar bien porque le desequilibró Ximo (se pidió penalti). Y muchas más, como las de Amath (40’), Jonathan Viera (43’) y Fajr (44’).
Los fallos contagiaron a Guaita, y cometió el más grosero de todos en el 52’ al darle el balón a Rémy el querer despejar. Sin portero y a puerta vacía, el francés se superó y envió al balón por encima de la portería. Seguro que Rémy tuvo noches más felices que ésta.
La intensidad del juego bajó de forma alarmante, pero dio tiempo a ver una acción individual de Hernán Toledo y dos ocasiones falladas por Ángel al más puro estilo Rémy.
Rémy
Tras fallar Guaita, el francés, a puerta vacía, lanzó alto