Ayudas concretas y efectivas

La Real Academia de la Lengua aceptó hace unos días la palabra postureo, termino muy actual que define entre otras cosas el estar por estar. Aparecer en la foto es para muchos más importante ahora que el motivo de la propia instantánea. Desgraciadamente he visto algo de esto en algunos actos solidarios. Colaboraciones casi obligadas, sin alma y con el mínimo esfuerzo. Pero también he visto infinidad de casos de lo contrario. Gente que se ha remangado, que ha sentido la llamada y ha ido a lo concreto. Ayudas directas que hacen mucho bien. Cuestiones, proyectos, que te quitan tiempo y esfuerzo, pero que recompensan lejos de lo material. Ese el caso de Benjamín Zarandona. Bajó al barro durante una concentración con la selección y escuchó de primera mano las historias de los chicos del orfanato de Malabo.

Quedó tan impresionado, que desde ese mismo instante decidió dedicar parte de su vida a mejorar la vida de esos niños. No tenía obligación, pero lo hizo. Desde entonces ha venido realizando intervenciones concretas tirando de su agenda y su fama para mejorar, pintar, adencentar las instalaciones del lugar donde intentan rehacer sus vidas muchas pequeñas personas que, por una u otra razón, se han quedado sin compañía. Lo último ha sido un movimiento de jugador listo en el campo. Simplemente había que hacer una pregunta ¿qué vais a hacer con esto? Césped artificial para montar cuatro campos de futbol. Usado, sí, pero válido. Luego hay que tirar de telefono, a unos a otros, para la recogida, para el transporte, los permisos. Trabajo de campo con excelente resultado. A la vista está.