Mercadillo invernal inaugurado

Tiene pinta de que el próximo mes va a estar entretenido a la hora de ir viendo las posibles salidas y entradas de jugadores en la nómina del Valladolid. Noto a

Miguel Ángel Gómez en su salsa y, a la vez, bastante tranquilo. Pero trabajo no le va a faltar dado que la idea fundamental es la de soltar lastre, primero, para ir haciendo hueco a lo que posteriormente pueda venir. Y parece que no temblará el pulso, tras las salidas de Ángel

y Sergio Marcos, para abrir la puerta a gente como Becerra o Míchel Herrero con los que

Luis César no ha contado a lo largo de la primera vuelta o ha contado poco. El mes de enero otorga a los equipos una excelente posibilidad de regenerarse y cuando se cuenta con una plantilla amplia siempre se hace necesario refrescar el ambiente para afrontar lo que queda con más energía mental.

Becerra no vino a Valladolid para estar sentado en un banquillo y el

Real Valladolid lo fichó para ser un hombre capital en el equipo. Nunca lo ha sido. Irregular y generador de nervios al equipo parece que su salida será lo mejor para todas las partes implicadas. Siempre y cuando encuentre acomodo. Y lo de Míchel Herrero es resolver un asunto que ahora mismo incomoda a todos. Con vitola de titular, pero sin contar para el entrenador no parece resistible su situación. Si trae una oferta de salida el club se quitaría un problema de encima. Y atentos a Jaime Mata. El jugador insiste en que no saldrá y el Real Valladolid insiste en que ve difícil que se quede. El director deportivo, Miguel Ángel Gómez, que vuelve a saltar al escenario, está obligado a tener agenda de repuestos actualizada. Empieza el baile.