Cuestión de aciertos y errores
Si, como dice el tango, 20 años no es nada; presidir el Valladolid 17 temporadas dan para mucho. Si el fútbol es un deporte de aciertos y errores, la vida en las oficinas de un club de élite no es diferente. No conozco a nadie, y tengo ya unos cuantos años, que lo haga todo bien. Si buscamos una buena instantanea a vista de pájaro nos encontraremos con un club ordenado, que intenta ahora crecer y prepararse para el futuro con el riesgo que conlleva elegir a las personas apropiadas para hacerlo. Una entidad que sujeta su deuda y que desde hace tiempo no gasta lo que no tiene.
Es cierto, el Valladolid no está donde debe y eso también es responsabilidad del que manda. El aspecto deportivo es el verdadero motor. Si eso no funciona todo pierde sentido y tapa el resto. El Valladolid ha corregido gran parte de sus peores errores del pasado, tiene mérito, pero le queda la gran reválida, un ascenso que lo cambiaría todo. Sinceramente veo a Suárez con el lógico desgaste de tantos años, delegando más de lo habitual y apareciendo lo justo, pero sé que no va a parar hasta que lo consiga. Se ha convertido, o mejor dicho ha sido siempre, una cuestión personal. Por el bien de todos, ojalá lo logre. Cuando suceda habrá cerrado un círculo con errores, aciertos y muchas horas de trabajo.