Etapa final: sabor a rallys, 30 ríos y 120 kilómetros
La última especial no es un mero trámite y Sainz tendrá que volver a cuidar su Peugeot 3008 DKR
Alas 13:25, hora española, Carlos Sainz y Lucas Cruz abandonarán el vivac de Córdoba para comenzar el tramo de enlace antes de afrontar la última especial de este Dakar. Serán unos ochenta kilómetros neutralizados hacia el norte de la ciudad, donde disputarán el sector cronometrado a partir de las 15:15, siempre según los horarios originales de la organización.
Se enfrentarán a 120 kilómetros de pista, no de arena, pero tienen que cruzar alrededor de
30 ríos con alguna trampa incluida en forma de waypoint traicionero. Todo a un ritmo competitivo pero seguro, aunque una vez eviten accidentes el único riesgo real estará en las averías mecánicas que no puedan solucionarse en menos de 45 minutos. Deberían terminar la especial a partir de las 16:30 y el enlace final unas tres horas después. En cualquier caso no es un paseo por los Campos Elíseos, como dicen algunos, sino un final de competición por todo lo alto en el que puede pasar cualquier cosa aunque no debería pasar nada. Al menos el terreno y las pistas de rallys le traerán algún recuerdo a Sainz: aquí consiguió en 2004 su última victoria en el Mundial de rallys con Citroën, era la número 26 y entonces se convertía en el piloto con más triunfos de la historia superando a Colin McRae, después le pasarían Loeb, Ogier y Grönholm.
“Seguro que algún camino el último día me va a sonar, así que aprovecharé para correr un poco más o si vamos primeros, guardar un poco más”, decía Carlos antes de partir hacia el Dakar. Así que toca guardar, evitar riesgos, cuidar al Peugeot 3008 DKR Maxi y hacer un último esfuerzo. Los errores de Peterhansel enseñan que nada estará decidido hasta el último kilómetro.
Carlos consiguió en Córdoba, su última victoria en el Mundial de rallys