El colapso de Cornet avivó la polémica con 40 grados
Pablo Carreño: “No te entra aire y no respiras bien”
El calor hizo estragos en el Abierto de Australia. Temperaturas superiores a los 40 grados y una sensación mayor por los vientos del desierto que azotaron Melbourne, convirtieron en un calvario la jornada. El miércoles, Djokovic, Monfils, Edmund, Del Potro e incluso Federer, que jugó de noche, se quejaron de unas condiciones que el serbio calificó como “brutales” y pidieron a la organización que actuara. Ayer, fueron aún peores y llegaron a afectar a algunos jugadores, como Alizé Cornet (27 años), que sufrió un golpe de calor durante su encuentro contra Elise Mertens que la dejó desorientada y al borde del colapso. Pudo terminar el partido, aunque perdió.
Al inicio del segundo set, Cornet se tumbó en el suelo con un fuerte mareo y fue atendida en un Hisense Arena cuyo techo retráctil no fue utilizado para cubrir la pista, al no darse las circunstancias que estipula la política de extremo calor (EHP) del torneo: 32,5 grados en el índice que mezcla humedad, viento y radiación solar (Wet Bulb
Globe Temperature o WBGT). La temperatura llegó a los 40,2, con un WGBT de 31,1. “Estamos completamente preparados para parar si el índice llega a los 32,5”, dijo Wayne McKewen, árbitro del campeonato.
Este suceso avivó aún más la polémica sobre la EHP, discutida por los jugadores que consideran que deberían usarse los techos de las pistas principales y suspender algunos partidos de las que no los tienen para proteger la integridad de deportistas, jueces, empleados y espectadores.
Otro de los afectados fue Pablo Carreño, porque su encuentro contra Muller se disputó en las horas de mayor calor. “Yo creo que en las pistas que tienen techo podrían hacernos el favor de ponerlo para que no sea tan difícil jugar. Es muy complicado con este calor, no te entra aire en el cuerpo y no respiras bien”, relató el asturiano.
Y Rafa Nadal, que tuvo la fortuna de jugar ante Dzumhur en mejores condiciones (menos de 30 grados y brisa), quiso ser solidario: “No es seguro jugar así. Pero no es el único sitio en el que ocurre esto, Río de Janeiro es peor porque la humedad allí es una locura. Hubo muy, muy malas condiciones y eso es un poco peligroso para la salud. No es agradable ver sufrir tanto a los jugadores”. En los próximos días se espera una tregua.
Protocolo No se paró al no superar el ratio de calor, radiación, humedad...